Es el fin de uno de los casos más macabros y mediáticos de la crónica negra reciente española: el conocido como ‘Crimen de la cabeza’ de Castro Urdiales (Cantabria). El fin, al menos, en cuanto a su recorrido judicial. La única encarcelada por el caso y viuda de la víctima, Carmen Merino, eludió la prisión permanente revisable y cada vez está más cerca de salir en libertad con permiso penitenciario.

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