Ataviados como piratas, corretean de una estancia a otra en busca de un tesoro. Es el último día de clase previo a las vacaciones en la Escuela municipal de Educación Infantil Pluto, en el barrio de La Feria, que tiene escolarizados a menores de entre 0 y 3 años. Un centro que forma parte de la red municipal de escuelas infantiles de la ciudad integrada por 11 escuelas, y que atiende a 1.213 niños y niñas.
«Funciona tan bien que me arrepiento de no haberlos traído antes pensando que eran demasiado pequeños», dice Esther Martín, madre de mellizos, durante el encuentro que las familias del centro mantuvieron con la alcaldesa Carolina Darias y la concejala de Educación, Saturnina Santana. Una satisfacción en la que coinciden muchos padres y madres y que forma parte de los resultados positivos dados a conocer por el Ayuntamiento tras la encuesta realizada a 430 familias.
«Hay un alto nivel de satisfacción por el funcionamiento en general, por la comunicación con las familias sobre la evolución de los menores, por el servicio de comedor y por el desempeño del personal docente», señaló Darias. También fueron muy bien valorados la seguridad, el aprendizaje, la calidad de la atención brindada, la limpieza de las instalaciones y los materiales disponibles en los centros.
«Las Escuelas Municipales Infantiles son la joya de la corona, son el presente pero, sobre todo, son el futuro de la ciudad», subrayó la alcaldesa. Y el objetivo de su gobierno, dijo, es «ofrecer una ciudad más saludable, inclusiva, creadora y educadora». Para ello, especificó que el Consistorio destina anualmente «5,9 millones de euros de fondos propios para el servicio de estos 11 centros escolares, gestionados íntegramente por la ciudad». Añadió que estas escuelas favorecen la conciliación familiar gracias a la acogida temprana, la apertura de las aulas todavía durante el mes de julio y el servicio de comedor incluido en la cuota.
Encuentro con las familias
Esos aspectos son de las cosas que más valora Esther Martín, madre de mellizos. Intervino en el patio de la escuela Pluto para agradecer al equipo del centro su labor y el trabajo con sus hijas. «Soy familia monomarental y traerlos aquí me ha ayudado mucho. Entraron con 10 meses y han estado hasta ahora, que por edad ya pasarán al colegio el próximo curso, y la verdad, me arrepiento de no haberlos traído antes», relató.
Esther se refirió a los miedos y prejuicios que muchos padres y madres tienen de «desprenderte de ellos tan pequeños, en mi caso porque eran prematuros y solo pesaban kilo y medio», dijo. «Pero tenía que trabajar y ahora estoy encantada».
De igual modo se refirió Nuria Ducal, madre de una niña de tres años y un bebé recién nacido. «Agradezco al personal docente por todo el trabajo que han hecho con mi hija, el cambio se nota desde el primer mes, la estimulación de los sentidos, la autonomía que tiene, incluso en algo tan importante como prepararlos para el momento de retirar el pañal y pidan hacer pipí por ellos mismos, porque cuando pasan al colegio los profesores no lo hacen», añadió.
Un diez en todo
Nuria explicó que por todo eso su valoración en la encuesta fue muy positiva: «Les puse un 10 en todo». Tanto para ella como para su pareja la conciliación familiar y laboral es fundamental. «La escolarización no es obligatoria hasta los seis años, pero en estas escuelas nos brindan la posibilidad a muchos padres de seguir trabajando teniendo hijos», dijo. A los tres años «casi todo los colegios ya los aceptan para matricular, pero no a la edad de los que escolarizan aquí, por eso para las familias es tan importante».
Durante la charla con el equipo de gobierno municipal hubo también lugar a sugerencias. Nuria dejó caer una petición. «A modo de bombita, me gustaría que estudiaran la posibilidad de que este sistema se integre al de los colegios porque ahora mi hija pasa a esa etapa en el de La Feria, pero a mi recién nacido le ha tocado la Escuela municipal de La Isleta. Yo trabajo en Telde, así que imagínense la ruta que tengo que hacer», explicó.
La concejala de Educación, Saturnina Santana, le recordó que «la escolarización en los colegios depende del Gobierno de Canarias, pero nosotros seguiremos haciéndolo por debajo de esa edad, de 0 a 3, en eso no nos van a ganar», dijo.
Otra de las madres que participó fue Érica Urquía. Solo tiene un hijo y asegura que será el único porque «a veces conciliar se convierte en una utopía». Para ella, su red familiar está compuesta de personas ya mayores que no pueden hacerse cargo de su hijo cuando sus padres trabajan. «Los abuelos tienen una edad y dificultades físicas para andar tras ellos. Queremos tener hijos y somos responsables, pero necesitamos ayuda». Por eso, agradeció y valoró la labor de las escuelas infantiles del municipio, como en la que está matriculado su hijo. «El trabajo que hacen con ellos en temas de gestión emocional es muy bueno. Que tu hijo sepa reconocer y decir si está feliz o triste y expresar sus sentimientos es algo muy positivo». Solo tuvo un pero, casi a modo de chascarrillo, «el que no haya un techo en las zonas comunes es la única cosa negativa. Mi hijo es muy blanquito y con el sol se pone rojo enseguida», añadió despertando las sonrisas del resto de familias y de la propia alcaldesa.
Darias contestó que se está trabajando en el ‘Proyecto sombra’ para naturalizar los espacios infantiles y se comprometió a que en el próximo curso se incluyan talleres sobre protección frente al sol.
La ciudad con más centros
La alcaldesa resaltó que este servicio municipal de educación infantil «pretende mejorar el bienestar de la ciudadanía», de acuerdo a la estrategia Las Palmas de Gran Canaria Más Que Bien. Y que la ciudad es la que cuenta con mayor número de centros escolares de este tipo en Canarias. El objetivo, dijo, «es seguir impulsando la educación pública desde temprana edad para lograr su autonomía personal, integración y participación», añadió.
Entre los resultados del sondeo realizado entre 430 familias destaca también la edad de los menores. La mayoría se encuentran matriculados entre los 2 y 3 años, seguidos por los de 1 a 2 años, y en menor número, los de 0 y 1. La mayoría de las sugerencias se centraron en la ampliación del horario «de dejada y recogida de os escolares». Y las actividades de participación familiar más demandada fueron juegos y tutorías con el profesorado.