«Esto es una injusticia, es nuestro refugio». Así habla Leonor Bastarós de 16 años en la protesta de este lunes por el cierre de la casa de juventud del barrio Oliver. «Es nuestro salvavidas», prosigue Isabel de Souza, de 17. «Nos sentimos ignoradas por este Ayuntamiento de Zaragoza», dice Nico, de 19. Son tres ejemplos de una nutrida concentración que buscaba denunciar el desmontaje de un tejido sociocultural «pionero en Europa» que, en medio de las dudas y el desconocimiento de los planes del consistorio, corre un enorme peligro.
La asociación vecinal considera prioritario mantener este recurso en el barrio. Y que sea con una gestión pública. «No es algo que se pueda dejar para la vuelta del verano», indican. «Es necesario que se prorrogue la gestión» y que se abra un proceso participativo en el que todas las personas implicadas «decidan qué hacer» adaptando su labor a las necesidades del colectivo al que van dirigido «y no a las necesidades del gobierno de turno».
Una de las trabajadoras de la Zona Joven de Casetas, María Gómez, considera que el actual equipo de gobierno municipal «está tratando de destruir el tejido sociocomunitario» para «entregarlo al capital». Y rebate algunas de las opiniones que sobre la labor de estos espacios se han vertido en los últimos días, calificándolos de guetos ideológicos. «Llevamos años integrados en los barrio, tejiendo redes y acompañando a los jóvenes en sus necesidades», detalla.
Entre los aspectos más valorados por los asistentes a la concentración, con lemas como Nos somos invisibles, somos jóvenes ignorados o No nos van a robar nuestra juventud, está el trabajo relacionado con la salud mental. «Los educadores nos proporcionan una atención y unos servicios que nos sería imposible encontrar de forma gratuita», destacan.
Más protestas
La movilización de vecinos y colectivos no se limita a la protesta de ayer, con representantes de todos los partidos de la oposición municipal y de muchas entidades de la ciudad. La semana pasada estuvieron presentes en el salón de plenos del Ayuntamiento de Zaragoza y se hicieron notar. También se concentran en la puerta del palacio de los Morlanes, sede de los servicios de juventud.
El temido cierre saltó al debate público después de que trascendiera que el Ayuntamiento de Zaragoza había informado al personal de la casa de juventud Oliver de que tras las vacaciones que comienzan el 15 de agosto, ya no debían reincorporarse debido al cierre de las instalaciones en El Túnel.