La llegada al poder del Partido Laborista en el Reino Unido genera incertidumbre sobre el programa del F-35 en la RAF, con posibles recortes.
La RAF y su relación con el caza F-35 en tiempos de cambios políticos
El caza Lockheed Martin F-35 Lightning II ha estado en servicio con la Royal Air Force (RAF) desde junio de 2018. Los primeros F-35B llegaron a la base RAF Marham, formando el reinstaurado Escuadrón 617 «Dambusters». Anteriormente, en 2015, RAF Lakenheath fue seleccionada como la primera base de la Fuerza Aérea de los EE. UU. en Europa para recibir estos cazas furtivos de quinta generación.
Sin embargo, la situación actual ha cambiado con la reciente victoria del Partido Laborista en las elecciones generales del Reino Unido. El nuevo gobierno planea una revisión exhaustiva de la defensa, lo que podría afectar negativamente al programa del F-35. La posibilidad de reducir o cancelar programas como el F-35 ha generado preocupación dentro de las Fuerzas Armadas.
El GCAP, un proyecto de caza de sexta generación, también está bajo escrutinio. Aunque este programa tiene respaldo internacional con socios como Japón e Italia, lo que lo complica políticamente, el futuro del F-35 parece más vulnerable debido a su menor grado de control nacional.
Impacto económico y laboral del programa F-35 en el Reino Unido
El programa GCAP ha sido defendido por sus beneficios económicos y laborales. Según BAE Systems, más de 1.000 proveedores participan en este proyecto, y 3.500 personas trabajan directamente en su desarrollo. Además, se estima que el programa respalda 16.000 puestos de trabajo en el Reino Unido.
El Ministerio de Defensa ha reducido previamente sus pedidos de F-35, de 138 a 48 aviones. Hasta la fecha, se han entregado 34 unidades. El anterior gobierno conservador había indicado intenciones de adquirir 27 aviones adicionales, una negociación que aún no se ha concretado. Este acuerdo, valorado en aproximadamente £5 mil millones, refleja la importancia del F-35 para la capacidad de ataque del Reino Unido, tanto desde tierra como a bordo de portaaviones.
Los defensores del F-35 destacan su adopción por parte de aliados de la OTAN y socios regionales, lo que facilita una mayor interoperabilidad. A pesar de las dudas, el Ministerio de Defensa ha expresado su compromiso con el programa, subrayando su contribución a la economía y a la seguridad nacional.
Perspectivas y decisiones futuras para la flota del F-35 en la RAF
El profesor Justin Bronk, del Royal United Services Institute (RUSI), sugiere que el Reino Unido debería continuar con la compra de los 27 aviones adicionales para alcanzar una flota de 74 unidades, considerándola como la cantidad mínima funcional. Más allá de esto, Bronk recomienda invertir en armas, mantenimiento y repuestos para mejorar la capacidad de combate y la disponibilidad de la flota.
El Reino Unido estaba inicialmente destinado a ser el mayor operador del F-35 en Europa. No obstante, con el cambio de gobierno, el Partido Laborista tiene la responsabilidad de decidir el futuro del programa. La prioridad será determinar en qué medida se reducirán las compras de F-35, si es que se decide reducirlas.
La decisión final dependerá de las evaluaciones estratégicas y económicas del nuevo gobierno, teniendo en cuenta tanto la importancia del F-35 para la defensa nacional como las implicaciones fiscales y laborales. El desarrollo de un caza de sexta generación bajo el programa GCAP también influirá en estas decisiones, al ofrecer una alternativa controlada por el propio Reino Unido y sus socios.