En un tiempo en el que el desorbitado peso de los coches deportivos híbridos y eléctricos se compensa a base de potencias descomunales, da gusto encontrarse con un modelo ligero y con una potencia manejable. Y es que cuando la ligereza y la potencia se combinan con equilibrio, se logra la auténtica diversión al volante. Y eso es exactamente lo que ofrece precisamente un modelo como el Alpine A110 R.
Esta versión representa la culminación de la gama A110, destacando por su diseño radical y su rendimiento optimizado tanto para circuito como para carretera. Con su peso reducido a solo 1.082 kilos y un motor de 300 CV, el A110 R ofrece una experiencia de conducción sencillamente adictiva.
Fibra de carbono por todos lados
La ligereza del Alpine A 110 R es consecuencia directa de la utilización masiva de la fibra de carbono, algo que queda patente desde el primer vistazo. Desde el capó, hasta las llantas, pasando por la luneta trasera, el alerón o los asientos deportivos, están hechos con este material, que no solo reduce el peso del coche, sino que también le da un aspecto agresivo y moderno, además de una robustez increíble.
El interior del A110 R es un homenaje al mundo de la competición. Los asientos monocasco Sabelt Track, fabricados íntegramente en fibra de carbono, están equipados con arneses de seis puntos, ofreciendo una sujeción excepcional. La microfibra recubre los paneles de las puertas y el volante, creando un ambiente de competición en cada detalle. Los tiradores de tela rojos y las costuras grises añaden un toque de autenticidad y eficacia. Todo está pensado para reducir el peso y que el conductor se centre únicamente en la conducción.
Esta ‘austeridad’ no está reñida con un buen equipamiento, ya que hablamos del Alpine A110 tope de gama. Para empezar, cada unidad lleva una placa numerada en la consola, destacando su exclusividad. También es peculiar el sistema de telemetría Alpine Telemetrics, que ofrece datos técnicos en tiempo real, permitiendo a los conductores monitorear el rendimiento del coche en el circuito.
Un baile constante
Como hemos dicho al inicio, conducir un coche ligero y potente supone ir siempre sobre el filo de la navaja. Buscar ese punto en el que el coche comienza a descolocarse para disfrutar de las cruzadas y los sobrevirajes. Algo que sería mucho más complicado con un modelo más pesado y que sólo se conseguiría con una conducción mucho más extrema y arriesgada.
Conducir esta edición especial del Alpine A110 es una experiencia que deja una sonrisa constante en el rostro. Una sensación que empieza desde el mismo momento en el que subes al coche y te ajustas los arneses de seis puntos, como si estuvieses en un verdadero coche de carrera. Y todo mejora cuando arrancas el motor, y su sonido potenciado por el sistema de escape deportivo, llega a tus oídos como si el motor rugiese justo a tu espalda.
No hay que dejarse engañar por el tamaño del Alpine A110 R, ya que hablamos de un auténtico plusmarquista. Pasa de 0 a 100 km/h en solo 3,9 segundos, y alcanza una velocidad máxima de 285 km/h. Cifras que se equiparan a las de otros deportivos muchísimo más caros y potentes.
Por eso hay que tratarlo como lo que es, un coche extremo. La sensación de ligereza es impresionante, y cada curva se siente como una danza perfectamente coreografiada gracias al chasis ajustado a medida y los amortiguadores regulables. La dirección es ultra precisa y sensible, permitiendo un control absoluto del vehículo. Con todo ello se trasmite una sensación de control y seguridad al volante soberbia, que es lo que en realidad marca la diferencia entre ir lento o rápido con cualquier vehículo.
La ligereza y agilidad que muestra en curva, se convierte en aplomo cuando el coche va a tope en una recta, gracias al alerón trasero tipo cuello de cisne y el difusor optimizado, que logran mantener el coche pegado al suelo. La estabilidad a alta velocidad es impresionante, y la reducción de la resistencia aerodinámica hacen que este pequeño y bajo coche corte literalmente el viento.
Como comprobamos durante la prueba, también juegan un papel fundamental los neumáticos Michelin Pilot Sport Cup 2 y el sistema de frenos Brembo de alto rendimiento, que aseguran que el A110 R se detenga en un espacio y tiempo de auténtico coche de competición. Cuando pisas el pedal de freno a fondo es cuando realmente te das cuenta de la utilidad de los arneses. Finalmente cabe destacar las llantas de carbono de 18 pulgadas, que no solo mejoran las prestaciones del coche, sino que también optimizan la aerodinámica y la refrigeración de los frenos.
En el día a día, el A110 R no pierde su esencia deportiva. Es decir, que no es un coche para diario, pero se deja conducir sin problemas por la ciudad. De hecho, cuenta con distintos modos de conducción personalizables (Normal, Sport y Track) permiten adaptar el comportamiento a las condiciones del tráfico y el estado de ánimo del conductor. En el modo Normal, el A110 R se comporta de manera ‘civilizada’, con una conducción suave y eficiente en términos de consumo de combustible. Sin embargo, al cambiar al modo Sport, el coche se transforma, ofreciendo una respuesta más agresiva del motor y cambios de marcha más rápidos. El modo Track lleva esta transformación al extremo, optimizando cada aspecto del rendimiento del coche para el circuito.
El Alpine A110 R no es solo un coche; es una declaración de intenciones. Con su diseño inspirado en la Fórmula 1, su ligereza extrema y su rendimiento impresionante, este modelo redefine lo que significa ser un coche deportivo, y retoma el espíritu del incusbustible modelo clásico. Cada detalle, desde los asientos de carbono hasta el sistema de telemetría, está diseñado para ofrecer una experiencia de conducción incomparable.
Para aquellos que buscan la emoción de la competición en su vida diaria, el Alpine A110 R es una elección extraordinaria. Con solo 1.082 kilos y 300 CV de potencia, este coche promete y cumple, ofreciendo sensaciones únicas tanto en el circuito como en la carretera.
Aquí va una lista de lo que hace único al Alpine A110R
- Alerón trasero de fibra de carbono con fijaciones tipo ‘cuello de cisne’.
- Fondo plano rediseñado.
- Difusor construido en carbono y fibra de vidrio.
- Llantas de carbono.
- Lámina de carbono con entradas de aire integradas en el parachoques.
- Faldones y Aletas laterales de carbono colocadas verticalmente.
- Carenados en los brazos de la suspensión trasera.
- Tubo de escape con doble pared en impresión 3D.
- Capó de fibra de carbono.
- Luneta trasera de carbono.
- Asientos monocasco Sabelt Track de fibra de carbono.
- Arneses de seis puntos.
- Chasis ajustado a medida.
- Amortiguadores ajustables.
- Neumáticos Michelin Pilot Sport Cup 2.
- Sistema de frenado Brembo de alto rendimiento.
- Tomas de aire para refrigeración de frenos.