El Carro Triomfal recorrió anoche las principales calles de Valldemossa, entre una gran expectación de vecinos y visitantes, entroncando con una tradición que se remonta a principios del siglo veinte, concretamente a 1903, cuando una niña valldemossina de 6 años llamada Catalina Sureda representó a la Beateta.
Ayer, la protagonista de encarnarla fue Mireia Moragues Moyà, a quien acompañaron, como marca la tradición, los carretons de payeses y payesas. Formaron parte del desfile igualmente la Banda de Música de Montuïri, la de Valldemossa y la del Camp Redó, así como los Xeremiers de sa Garriga.
El protagonismo recayó también en la numerosa cort d’angelets, que estuvo formada por: Martí Calafat Roldan, Ilse Margarita Knott Pons, Júlia Mur Salvà, Victòria Vila Gelabert , Lluc Campins Pons, Andreu Moragues Moyà, Xisco Prior Bibiloni, Carlos Javier Prior Bibiloni, David Ra Vitali Storm, Toni Colom Mas, Corinna Espinal, Sofia Romero Alvarez, Caterina Palomo Moyà y Nil Janer Balle.
Esta jornada festiva para Valldemossa empezó por la mañana con el tradicional cercavila por las calles del pueblo, convocando a todos los vecinos del pueblo a participar en el día grande de las fiestas.
Tras el desfile matutino de la Beateta desde el Ayuntamiento hasta la iglesia de Sant Bartomeu, a las once de la mañana se ofició una misa en honor a Santa Catalina Tomàs con la colaboración de Cor Parroquial y Parado de Valldemossa.
Después el Ayuntamiento de la localidad organizó un refrigerio para los asistentes en los jardines de la Cartoixa.
Concierto-homenaje
Por la tarde, antes del gran desfile, hubo un momento muy emotivo con el concierto-homenaje de la Banda de Música de Montuïri en tributo a Pere Miralles Malherba, quien fue director de esta agrupación músical y pregonero de las fiestas de Valldemossa en el año 2009. Miralles falleció el pasado mes de marzo.