La esperanza es una pulsión inherente al ser humano. Sin esperanza no hay horizontes que alcanzar ni propósitos que acometer. Y si hablamos de la enfermedad, la esperanza acaba convirtiéndose en la razón para confiar en la recuperación como paso previo a la sanación, además de ser el motor que impulsa a quienes se dedican a buscar soluciones para los mayores problemas, los vitales.
En mayo del 2022, en este periódico anunciábamos un importante avance relacionado con la investigación contra el cáncer. Un equipo científico de la Universitat Jaume I, en colaboración con la Universidad de Córdoba, demostró que un extracto de aceituna, in vitro, frenaba la proliferación celular del cáncer de colon.
Esperanza. De eso iba ese estudio que profundizó en las propiedades de un extracto de aceituna producido en Castellón, más concretamente en La Foia de l’Alcalatén, de la marca Sabor del Temps.
Aquel descubrimiento de laboratorio era solo el principio. Quienes alcanzaron esa conclusión tenían una razón de peso para continuar adelante. Y su perseverancia ha vuelto a verse compensada.
La última conclusión alcanzada marca un nuevo hito. Como confirman desde la UJI, el AOVE Blanc, de Sabor del Temps -y no solo un extracto como en el estudio anterior-, «inhibe, in vitro, a una dosis de 30 ug/mL, un 30% del crecimiento del adenocarcinoma de colon HT-29 y el adenocarcinoma de mama MCF-7, resultando inocuo para las células sanas».
Para Jesús Miralles i Porcar, productor del aceite de oliva virgen extra base del estudio, la investigación desarrollada y acreditada por los científicos de la UJI «supone un extraordinario hito y subimos un escalón desde el que se vislumbra un futuro ilusionante».
Equipo de investigación
El reciente logro hay que atribuírselo a Pedro Miguel Carda y Eva Falomir, ambos catedráticos de la UJI y miembros del grupo de investigación Joining Medicine And Chemistry. Juntos han acreditado que, lo que hace tres años pudieron demostrar a partir de solo un extracto del AOVE, ahora se ha corroborado con el propio aceite.
El departamento de Química Inorgánica y Orgánica de la Jaume I de Castellón lleva años investigando el efecto de los antioxidantes del aceite de oliva respecto a líneas celulares cancerígenas.
Jesús Miralles, implicado en el desarrollo de este y otros proyectos a nivel internacional, incide en que «estudios científicos recientes llevados a cabo en la Universidad de Atenas han revelado que los antioxidantes del AOVE presenta una elevada biodisponibilidad, habiendo incluso logrado atravesar la barrera hematoencefálica».
Explica, además, que «estos hallazgos, junto con las investigaciones in vitro desarrolladas en la UJI, ponen de manifiesto, si cabe, un mayor calado respecto de los beneficiosos efectos en la salud de este AOVE de Sabor de Temps».
Los avances son tan significativos que, desde la Foia de l’Alcora, Miralles i Porcar indica que «intentaremos mejorar las cualidades de este AOVE a fin de conseguir, con dosis más reducidas, un mayor porcentaje de inhibición en las líneas celulares cancerígenas mencionadas». Anuncia, de hecho, que «estas prometedoras investigaciones continuarán siendo desarrolladas en el área de Química Orgánica de la UJI en el próximo mes de noviembre».
Los primeros resultados obtenidos en esta línea de investigación, hace ya tres años, partieron del trabajo colaborativo con Feliciano Priego, de la facultad de Química de la Universidad de Córdoba, que fue quien preparó en laboratorio el extracto del aceite producido en la Foia de l’Alcalatén.
Entonces, el objetivo fue «evaluar, in vitro, su actividad antiproliferativa en células de adenocarcinoma humano de colon HT-29″. Como ya detalló El Periódico Mediterráneo en su momento, en el estudio se obtuvo un valor IC50 de 13 ug/mL. Según detallaron el IC50 es una medida que indica la concentración a la que un compuesto es capaz de inhibir un proceso biológico concreto en un 50%.
La continuidad de aquel trabajo partía del interés por comprobar si aquel extracto podía marcar el camino a seguir y vieron, por primera vez, que un aceite, y no solo su concentrado, que lograba inhibir a las 48 horas y a una dosis de 30 ug/mL el crecimiento celular en un 30% en las líneas de adenocarcinoma de colon (HT-29) y en el de mama (MCF-7) respecto a los controles, las células sin tratar. Todos esos conceptos científicos pueden resultar indescifrables e ininteligibles para los profanos en la materia, pero para ser estrictos en una materia tan sensible y específica, no pueden explicarse de otra forma. Aunque todas esas afirmaciones, traducidas a un lenguaje comprensible, se resumen en la palabra con la que ha comenzado este artículo, esperanza.
Avances científicos
Las propiedades saludables del aceite de oliva están fuera de toda discusión y los científicos lo saben. Es una materia prima a la que solo hace falta sacar punta y los investigadores llevan años haciéndolo.
En el 2005, el biológo Gary Beauchamp (EEUU) descubrió la molécula del oleocanthal, «uno de los antioxidantes más potentes del aceite de oliva, que presentaba efectos antiinflamatorios y antidegenerativos», indica Miralles. A partir de entonces, se desarrollaron diferentes proyectos como el que en el 2014, en la Universidad Hunter de Nueva York, «por primera vez, curó en laboratorio el cáncer de mama en un ratón».
Lo que está lográndose en la UJI es una aportación más que se está fraguando desde Castellón.
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