– ¿Qué es lo primero que se le pasó a usted por la cabeza cuando hace unos días vio a Manuel Chaves volviendo a la sede autonómica del partido socialista?
– Creo que para el PSOE, y para Pedro Sánchez, la imagen del plan de regeneración democrática es esa vuelta a la sede del PSOE de Andalucía de los condenados por los ERE. Eso define perfectamente la situación actual. Personalmente considero que el Plan de Regeneración Democrática es un ataque de cuernos de Pedro Sánchez. Es un ataque de cuernos, porque lo que hace es meterle mano a los periodistas que escriben lo que a él no le gusta; y atacar a los jueces que dictan resoluciones que a él no le gustan. Eso se produce en regímenes poco democráticos. Cuando el gobierno pone en cuestión la libertad de la prensa y la independencia de los jueces, estamos hablando de un gobierno que está deteriorando la calidad democrática de nuestro país.
– Usted mismo tendrá que hacer frente, junto a otra decena de cargos políticos, a una querella por injurias que acaba registrar en unjuzgado el Partido Socialista.
– Es una pose. Lo que le falta a Juan Espadas ahora es querellarse contra Susana Díaz. Es algo que también estamos esperándolo para estos próximos días, ¿no? Espadas hizo un papelón en la época de los ERE. Se negó a firmar el indulto a Griñán, diciendo que el código ético del PSOE impedía que él pudiera firmar. Es decir, reconocía implícitamente los hechos de los que ahora reniega. El caso de los ERE es el mayor caso de corrupción de la historia de España. Se ponga el PSOE como se ponga. Digan lo que digan, hagan lo que hagan y se querellen contra quienes se querellen. En el Partido Popular vamos a seguir hablando claro y alto para que los andaluces no olviden. Y los andaluces no olvidan. Fueron 680 millones de euros de los parados andaluces. Los socialistas robaron. Robaron. Y utilizaron 20.000 euros al mes en cocaína. Colocaron a políticos del PSOE en ERE fraudulentos. Todo eso es verdad. Que no intenten tapar y borrar de un plumazo la historia. Lo que no puede hacer Pedro Sánchez es utilizar el Tribunal Constitucional como túnel de lavado del caso de mayor corrupción de la historia de España que es el de los ERE.
– ¿Contempla el Partido Popular un posible adelanto electoral? ¿En qué momento de la actual legislatura estamos?
– El presidente del Gobierno tiene muchas funciones, pero exclusivamente de él siempre han sido las de nombrar a los ministros y la convocatoria de elecciones. Este Gobierno, el de Pedro Sánchez, no tiene ni siquiera esas competencias. Él no nombra a todos los ministros, porque tiene que nombrar ministros de Podemos en contra de su voluntad y él tampoco tiene la capacidad de disolver las Cortes. Cuando el independentismo catalán diga basta, él tendrá que disolverlas, porque habrá perdido los apoyos, como estamos viendo en estos últimos días. La realidad es que el propio Junts, cuando se produjo la investidura de Sánchez, hace un año, dijo que la legislatura duraría lo que dura la palabra de Pedro Sánchez. Pues ya vemos que la palabra del presidente dura poco. Por lo tanto, tenemos que estar preparados, y en ese papel estamos, para un previsible adelanto electoral que se pueda producir en cualquier momento. Sánchez no gobierna, Sánchez resiste.
– ¿Cuál es su balance precisamente sobre estos últimos 12 meses de mandato?
– En este año de gobierno ha pasado de todo y no ha pasado nada, y me explico. Nada es que para los españoles no se haya hecho nada bueno. En estos 12 meses de Pedro Sánchez con el independentismo catalán y los herederos de ETA, ¿qué han conseguido los españoles? Que se les suba la cesta de la compra, que se suba la luz. Que el precio de la vivienda esté disparado tanto la compra como la alquiler. Esa es la realidad. En cambio, en este año que ha pasado, también hemos conocido cómo el mayor caso de corrupción de la historia de España ha intentado ser blanqueado por el Gobierno de Sánchez, vía Tribunal Constitucional. Se investiga por corrupción y tráfico de influencias a la mujer del presidente del Gobierno, que está imputada. Investigan por corrupción y tráfico de influencia al hermano del presidente del Gobierno. Un juez ha citado ya al presidente del Gobierno. Eso es lo que tenemos en este año de legislatura.
– En España hay un ambiente de crispación política y judicial insoportable. ¿Cómo puede el PP contribuir a aliviar esta situación?
– La realidad es que la mala gestión y la deriva que ha llevado el Gobierno a nuestro país es preocupante, porque al final todos los mecanismos del Estado se han puesto al servicio de una persona para que siga sentado este señor en la Moncloa. Corrupción por medio, el caso de los Eres por medio, el caso Koldo por medio, el caso de Tito Berni por medio, no olvidemos todo eso. Es lo que al final deteriora la imagen de la política en general, porque los ciudadanos muchas veces pueden tener la tentación de decir que todos los políticos somos iguales. Y no, no somos todos iguales. Ahora mismo lo que estamos viendo es un Gobierno acechado por la corrupción, pero no solo el Gobierno, el Partido Socialista y el entorno familiar del presidente. Por todas estas cosas que he explicado yo antes, cualquiera de ellas sería motivo para la dimisión del presidente del gobierno. Ocurriría en cualquier democracia cercana a nuestro país.
– ¿Justo de ese todos son iguales nacen partidos como el de Alvise? ¿Cómo ha visto la irrupción en las Europeas de esta nueva formación política?
– Hace tiempo que en España pasó página del bipartidismo, esa es la verdad. Desde hace tiempo van surgiendo partidos políticos. Unos nacen, crecen y desaparecen, otros se mantienen en cifras pequeñas, otros surgen y no sabemos qué recorrido van a tener. Pues ahí están partidos como Ciudadanos, como Podemos, como Sumar, como Vox, como el de Alvise Pérez. Ya veremos el recorrido que tiene. Lo que sí es cierto es que aquí el único partido que se ha mantenido firme, con sus principios claros, es el Partido Popular.
– Hablemos de Vox, después de ver que Abascal haya abierto la opción a la ruptura de pactos con el PP. En Málaga, por ejemplo, existe un acuerdo aún reciente por el que ustedes lograron arrebatarle la Alcaldía de Mijas al PSOE gracias a un acuerdo con la formación verde.
– El Partido Popular es un partido que tiene otro partido a la derecha, que se llama Vox. Y eso nos permite avanzar por el centro. Y es donde el PP ganará y gobernará en España, centrado y unido. Y ese es el camino y la senda que vamos a recorrer. Y Vox demostró con la ruptura de los gobiernos autonómicos que es un partido para protestar, no es un partido para gobernar. Se siente más cómodo en la protesta, en la manifestación, en la exageración, que en el Gobierno. Esa es la realidad. Después de un año han abandonado los gobiernos sin motivo, porque no se sienten cómodos gobernando. Ellos están en otra teoría. Ahora bien, yo sigo diciendo, el mayor invento que ha tenido la izquierda en esta democracia es la aparición de Vox. A la izquierda le interesa un Vox fuerte, porque cree que mientras haya un Vox fuerte, el PP y las fuerzas que estén en su entorno no sumaremos. Entonces cada vez que Vox cae, Pedro Sánchez le da oxígeno. Esa es la realidad. Se retroalimentan, Sánchez da oxígeno a Vox y Vox da oxígeno a Sánchez, porque al final entre los dos se necesitan para subsistir.
– ¿Cómo ve usted esas críticas internas a Susana Díaz, desde las filas socialistas, por haber recogido en su barrido, en Triana, un reconocimiento público, por parte del Ayuntamiento, gobernado por el PP?
– El que estés en el partido contrario no significa que seas el enemigo a muerte. Todo lo contrario. Hay que reconocer la labor pública de cualquier dirigente, que intenta siempre hacerlo lo mejor posible, con aciertos y con errores. Entre el PP y el PSOE hay un abismo de diferencias. Pero eso no significa que reconozcamos a través del alcalde de Sevilla, del Ayuntamiento de Sevilla, la labor de Susana Díaz en su barrio. Yo creo que eso dignifica la política, normaliza la política y baja grados de temperatura en la crispación política, sin ninguna duda. Ahora hay socialistas que funcionan con el cuchillo entre los dientes y que eso no lo entienden. Pues bueno, esa es la moderación del PP de Andalucía.