En dos años, que es el tiempo que ha pasado desde que se estrenó en la pantalla, ha intervenido en tres series: ‘UPA Next’, la ficción que retomaba el fenómeno que fue ‘Un paso adelante’; ‘Clanes’, producción sobre narcos que veía la luz recientemente en Netflix, y ‘Élite’, en cuya octava temporada, la que pone punto y final a este éxito internacional, que hace unos días lanzaba esta misma plataforma, da vida a un chico déspota que viene a liarla aún más en Las Encinas. Y es que Nuno Gallego (lo de Gallego es su apellido real, no un homenaje a su querida tierra) se siente muy afortunado por todo lo que le está ocurriendo a sus 23 años. Aunque aún sigue soñando a lo grande. Y todo lo que sueña…
Menudo carrerón lleva.
Me siento un afortunado, porque trabajar en este oficio es una locura. Y si ya es difícil conseguir trabajo, mantenerlo y que sea recurrente es como un regalo. Así es como me siento. Con muchísimo agradecimiento hacia todos los que me han acompañado en esta carrera, porque sin ellos no habría conseguido nada.
Aparte de satisfacción, sentirá responsabilidad.
Ya te digo. Cada vez va a más, cada vez son papeles con más importancia en diferentes series y vas viendo tu sueño haciéndose realidad. Es imponente.
Cuando le llamaron para hacer el ‘casting’ de ‘Clanes’ estaba en Nueva York y le esperaron.
¡Qué fuerte, sí! No creo que vuelva a pasar nunca más. Una locura.
En ‘Clanes’, al hacer de gallego, no ha tenido que reprimir su acento.
Depende de la serie en la que esté lo recupero. Ojalá poder siempre hacer los papeles con él, pero muchas veces no dejan.
Además de gallego y castellano, habla inglés y alemán. Eso le abre puertas para trabajar en el extranjero.
Sí. Y me encantaría. ¡Qué bueno sería que mi carrera se pudiera propulsar hacia otros países y poder interpretar a personajes en otros idiomas!
‘Élite’, de hecho, ya es un gran trampolín internacional.
Totalmente. Ahora vivimos en una era en la que estamos superconectados. Con Netflix, con las plataformas, estás muy cerca. Antes era más difícil, pero ahora todo el rato es conexión y conexión.
Álex, su personaje en ‘UPA Next’, está como hecho para usted, porque baila y toca la guitarra.
Literal. Fue muy bonito ese proceso también porque éramos más jóvenes de lo que ya somos. Un grupo enorme de jóvenes con muchísimas ganas de hacer su primera serie y de hacer arte. Íbamos todos con muchísimas ganas. Fue superbonito. Muy duro, pero superbonito.
Luego viene ‘Clanes’ en la que das vida a un joven que quiere ser narco. ¡Cuánto daño ha hecho Pablo Escobar!
(Ríe) Ya te digo: Pablo Escolar, Sito Miñanco…
Claro, el narco de ‘Fariña’, una serie que le ha marcado mucho, ¿cierto?
Me flipó. Fue un gran referente para mí como serie española. Y como novela antes. Me parece una barbaridad.
Ahí da vida a un chico que quiere ser narco y que tiene una relación de amor a lo Romeo y Julieta. Qué gran combinación: el malote y el chico enamorado.
Él quiere ser su padrino (Tamar Novas) y es similar su historia, lo que le pasa, pero en menor medida. Pero, sí, guardo con tanto cariño a Marco… Es que es un chico enamorado, que haría todo por por amor. Pero al final lo que pasa es lo que pasa.
¿Usted se considera romántico?
Yo soy muy romántico. Hay chicos que se pueden hacer los duros, pero yo no, soy superromántico.
Y luego llega ‘Élite’, otro gran proyecto. Ahí es el malvado.
Sí, es un papel completamente diferente. Soy el villano de esta última temporada.
Todos los actores y actrices adoran hacer de malos.
Es un gusto, porque no sé cómo serán los otros, pero en mi caso Héctor es completamente diferente a mí. Es lo que más me gusta interpretar: que sea una persona que no comparta nada conmigo.
Aunque su personaje también muestra su lado vulnerable, porque se enamora.
Al final todo malo esconde una razón de por qué es así. En el caso de Héctor será por la familia y por lo reprimido que pudo llegar a estar en el ambiente en el que se crió. Y también por el amor y por no ser correspondido.
En ‘Élite’ protagoniza varias escenas de sexo entre gais bastante subiditas. ¿Cómo fue rodarlas?
Fue incluso más fácil que rodar las otras. Porque tú te montas una coreografía con el que considero un gran amigo, que es Fernando Líndez, además de un gran compañero y muy profesional. Entonces era todo superfácil. Era llegar al set de intimidad y rodar.
¿Tenían coordinador de intimidad?
Sí. Y nos montaban una coreografía. Entonces nosotros la hacíamos. Era como bailar.
Tiene su lógica. Los bailarines no tienen tabús con sus cuerpos. Y lo jóvenes, cada vez menos.
Sí. Somos de otra generación en la que hay más libertad. Realmente nos dio igual. No hubo ningún problema.
¿Qué le ha parecido el final de la serie?
Me ha gustado mucho. Me parece un buen final para una serie tan longeva y tan característica como ‘Élite’. Me pareció perfecto. Espero que deje a todos contentos.
Acaba de estrenar dos series haciendo de malote/enamorado, lo que le convertirá en ídolo de chicas y gais. Este verano todos querrán ligar con usted.
(Ríe). Ya empiezo a notar el fenómeno fan un montón. Empiezas a ver que te paran por la calle, que te piden fotos y por ahora me gusta. No es algo que me incomode ni mucho menos. De hecho, incluso me atrae aún ese mundo. Es cierto que no lo he vivido como en los inicios de ‘Élite’, que eso sí que fue una barbaridad.
Mientras se acerquen con respeto…
Son todos supermajos y agradables. Sin ningún problema.
Usted bailaba y tocaba la guitarra y le sale ‘UPA Next’; le fascinó ‘Fariña’, y le llaman para ‘Clanes’. No me diga que era fan de ‘Élite’ de adolescente y soñaba con estar ahí…
Todos los jóvenes actores y actrices españoles querían entrar en la serie en los inicios. Porque lo petó. Era como un objetivo para los jóvenes. Pero yo aún no quería trabajar. Estaba formándome. Aunque de vez en cuando me imaginaba que sería tener tanto éxito y tanta fama. Era un fenómeno muy fuerte.
Y cuando le llamaron se quedaría en ‘shock’.
Fue una locura, porque además me llamaron haciendo la serie ‘Clanes’. Era como una noticia detrás de otra. Pensaba: ¿es esto real?
Para ser biólogo, que es con lo que soñaba al principio, hay que estudiar mucho, pero un actor también debe hincar los codos.
Sí, mucho. Ahora estoy en un proyecto nuevo y no salgo de casa. Estoy desquiciado (ríe). Al final es mucho más de los meses de rodaje, porque hay toda una preparación previa, todo lo psicológico que requiere… Todos los trabajos son duros…
Ya que ha soñado con papeles y se cumplía, piense en algo a ver si vuelve a pasar.
Me molaría dar el paso al extranjero. Trabajar en Reino Unido y en Estados Unidos. A ver si en 2025 se puede.