El Atlàntida es un festival de cine al que volver, como hicieron la reina Letizia, el cantante C. Tangana y muchos más asistentes anoche en la gala de clausura. Quizá por ello la galardonada película Volveréis, de Jonás Trueba, fue la elegida para poner el broche a una 14 edición que ha batido su récord de público, más de 38.000 espectadores, y de estrellas invitadas, entre las que brilló Michael Douglas. O tal vez la proyectaron en el abarrotado patio de la Misericòrdia porque viene de triunfar en Cannes, ya que el trío del Atlàntida lo forman el cine, los premios y la música. Se trata de una relación cerrada y consolidada que regresará el próximo verano. «Al menos es el deseo de muchos mallorquines», tal como afirmó el director del festival y cofundador de Filmin, Jaume Ripoll.
Recordó que «el Atlàntida ha entrado en su fase de madurez en una edición que ha rayado en la excelencia en todos los niveles, con salas y sedes llenas, proyecciones impecables de sonido e imagen, presencias estelares que compartieron con el público reflexiones y anécdotas y la sensación de que el festival ya está plenamente consolidado en el panorama nacional e internacional como el puente de verano entre el Festival de Málaga en primavera y el de San Sebastián en otoño. Este año hemos sentido más que nunca que el público ha abrazado una propuesta única en el panorama de festivales que combina cine, música y conferencias, con la vocación inquebrantable de llegar a nuevas audiencias», según sus palabras.
La gala comenzó con el clásico photocall y uno de los primeros en posar fue el cantante C. Tangana, que el año pasado fue el encargado de entregar el Masters of Cinema a Gaspar Noé y tal vez la próxima edición llegue al Atlàntida con su primer documental bajo el brazo. Otros invitados fueron los Trueba, padre e hijo –el primero presentó su nueva película, La isla perdida, en la gala inaugural–; la cineasta, actriz y guionista Noémie Merlant, que recibió el Premio del Público por Las Balconettes; la intérprete Greta Fernández, quien también repite en el Atlàntida; la cineasta Alauda Ruiz de Azúa y la actriz Georgina Amorós, las tres miembros del jurado de la Sección Oficial Internacional; además de Itzan Escamila, Omar Ayuso, Eneko Sagardoy, Berta Prieto, Itsaso Arana, el exembajador de EEUU James Costos, el politólogo Pablo Simón y numerosos creadores de Balears, entre otros invitados.
La gala presentada por Carlos de Vega y Miriam García empezó puntual con un pequeño concierto del pianista James Rhodes, que el día anterior estrenó en Palma la serie de animación Jimmy y la tecla mágica, protagonizada por él. Anoche volvió a tocar las teclas mágicas «para calmarnos un poco y escuchar el latido del corazón», afirmó quien interpretó piezas de Bach y Chopin. «Es una blasfemia estar en la isla y no tocar Chopin», como destacó al iniciar uno de sus Nocturnos, que dedicó a «Michael fucking Douglas». Y antes de que el protagonista de la noche subiese al escenario del festival, proyectaron varias escenas de sus películas más emblemáticas. A continuación la reina Letizia le entregó el premio Masters of Cinema.
Los demás homenajeados en esta edición han sido los cineastas J.A. Bayona, Montxo Armendáriz y la actriz Liv Ullmann, que recogieron sus galardones en una semana intensa donde se han proyectado más de cien películas.
El palmarés
Mejor película nacional: El aspirante. El Premio Dama Agustí Villaronga es para el filme dirigido por Juan Gautier y protagonizado por Jorge Motos, Lucas Nabor y Eduardo Rosa.
Mejor película internacional: La Venus de plata. El galardón se lo lleva la película de Héléna Klotz, interpretada por Claire Pommet (Pomme).
Premio del público: Las Balconettes. El largometraje de la cineasta, guionista y actriz Noémie Merlant, conocida por protagonizar la nueva versión de Emmanuelle, ha sido el mejor del festival según el público.
Premio de la crítica: La profesora de literatura. Se trata del multipremiado debut de la directora Katalin Moldovai.
Premio Talent Balear: El salón. La ópera prima de Pere Antoni Sastre es la mejor película balear.
Mejor cortometraje: Blava Terra. Marine Auclair March se lleva el galardón por su drama de época.
Menciones especiales: Saturno, Cien libros juntas, Guaret y First case, de Daniel Tornero (sección nacional), Marga Melià (sección balear), Josep Alorda (corto) y V. Musiedlak (crítica).