El Sevilla se ha proclamado este viernes campeón de la decimotercera edición del trofeo Antonio Puerta al ganar por la mínima, con gol de penalti de Ocampos al final del primer tiempo, al Al-Ittihad saudí, que antes del gol sevillista había marrado una pena máxima por medio de Karim Benzema.
La primera oportunidad del encuentro la tuvo Jota cuando sólo llevaban transcurridos diez minutos, al incurrir por la banda izquierda, driblar a José Ángel Carmona y ensayar un tiro cruzado que desvió con dificultad Dmitrovic. La réplica local la puso el extremo nigeriano Chidera Ejuke, uno de los refuerzos estivales del Sevilla, que fue su atacante más peligroso en el primer periodo por su insistencia en encarar al lateral Fawaz, al que desactivó con un recorte eléctrico antes de ensayar un derechazo que detuvo el meta árabe.
El mediocentro brasileño Fabinho subía la línea de presión del Al-Ittihad hasta acogotar a sus pares sevillistas y provocó, recién superados los veinte minutos, una pérdida de Saúl Ñíguez que terminó en penalti de Kike Salas sobre Benzema, que ejecutó la pena máxima mal, muy desviada.
Lucas Ocampos, por su parte, no desaprovechó la ocasión desde los once metros en las postrimerías de la primera parte, cuando controló un balón de forma acrobática, recortó ante un defensor y fue derribado por un rival cuando se disponía a fusilar a Almahasnah. El propio Ocampos transformó con frialdad, a la izquierda del portero.
Como es habitual en estos encuentros de pretemporada, la intensidad bajó en la segunda mitad debido al carrusel de cambios operado por ambos entrenadores, aunque el internacional francés Moussa Diaby, recién fichado desde el Aston Villa, activó el ataque saudí con varias incursiones peligrosas por el costado derecho.
El Sevilla sesteó durante los segundos 45 minutos y sólo al final, gracias a alguna combinación de Suso con el juvenil Collado, pudo aumentar su cuenta en la que constituyó la primera victoria de la pretemporada para el equipo dirigido por Xavi García Pimienta.
