Este refrán forma parte de un elenco de expresiones, tanto de uso general en castellano, como propias del español de Canarias, que presentan idéntica estructura gramatical como son: «más vale maña que fuerza», «más vale magua que dolor», «más vale malo conocido que bueno por conocer», «más vale que sobre que no que falte», «más vale poco que nada», «más vale cobarde vivo que valiente muerto», «más vale lápiz chico que memoria grande», «más vale un mal arreglo que un buen pleito», «más vale prevenir que curar» o «más vale perder un amigo que una tripa». Y ello para expresar de forma directa lo acertado de una elección a afrontar o una disyuntiva ante una situación dada.

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