Los atletas de los Juegos Olímpicos de París 2024 se enfrentan a altas temperaturas, un factor que han debido tener en cuenta en su preparación ya que, según los expertos, puede tener una fuerte incidencia en su rendimiento tanto por cuestiones físicas como psicológicas.
Según WWF, a nivel global, el año 2023 ha sido el más caluroso jamás registrado y este mes de julio será el duodécimo mes consecutivo en el que la temperatura global alcanzará 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales, poniendo en riesgo la salud de los deportistas durante los Juegos.
Como estiman los meteorólogos de eltiempo.es, entre julio y agosto se experimentarán con facilidad temperaturas superiores a los 30ºC en París.
El informe ‘Rings of Fire’ sugiere que París tiene el potencial de superar las temperaturas récord que los atletas experimentaron en los últimos juegos de Tokio.
El médico especialista en medicina deportiva Antonio Escribano comparte con EFEverde las consecuencias que podrían tener las altas temperaturas en los atletas: «Deben tener presentes posibles deshidrataciones, la disminución de su rendimiento a causa del aumento de la temperatura corporal o una probable fatiga temprana por un deterioro en su metabolismo».
También, cree que deberían tener en cuenta la alteración de su concentración y las decisiones que tomen por los efectos psicológicos y cognitivos debido al calor extremo, así como una recuperación más costosa.
Un hándicap será la humedad de la ciudad de París, «una humedad alta y temperaturas superiores a los 35ºC podrían suponer la cancelación de las competiciones», asegura Escribano.
La ventaja de los atletas españoles
«Los atletas españoles tienen la ventaja de entrenar en un clima similar al que habrá en París, lo que no sucede con aquellos países del norte», comenta el médico.
Un competidor que no se haya preparado correctamente para la ola de calor podrá sufrir estrés térmico: «una sensación de calor extremo durante un largo periodo de tiempo».
Para una buena adaptación a este tipo de temperaturas Escribano recomienda: «una buena aclimatación, una hidratación previa a detectar la sed, aprovechar las horas del día cuando las temperaturas son más bajas durante las competiciones y emplear técnicas de enfriamiento«.
«Los técnicos y los deportistas piensan todo lo que se puede prever, y luego viene la capacidad de improvisación, que eso también lo hacemos muy bien los españoles», añade Escribano.
Para los asistentes a los Juegos Olímpicos aconseja una buena hidratación, cubrirse con ropa clara y, a poder ser, mojada, protegerse la cabeza del sol, y buscar una ubicación donde haga menos calor.
«En los Juegos Olímpicos, los deportistas demostrarán lo que pueden conseguir con esfuerzos increíbles. Ahora necesitamos que nuestros líderes muestren una determinación y resolución similares a las de estos campeones y pongan el clima y la naturaleza en la senda de la recuperación«, concluye el responsable mundial de Clima y Energía de WWF, Manuel Pulgar-Vidal.