Joe Biden y Donald Trump.

La política estadounidense está enfrentando una turbulencia e incertidumbre sin precedentes. Con la decisión del presidente Joe Biden de no postularse en las elecciones presidenciales de 2024, la vicepresidenta Kamala Harris se ha convertido en la candidata del Partido Demócrata, un cambio que ha provocado una amplia controversia y ha agudizado las divisiones internas de la izquierda.

La compleja situación política en EE.UU. y el vacío de poder han atraído una atención considerable. La decisión de Biden y el desafío que enfrenta Harris.

El hecho de que Biden no se postule refleja una autocomprensión de sus capacidades, pero también revela un vacío de poder en la política estadounidense. Harris enfrenta el reto de ganar el apoyo dentro del partido y mejorar su imagen pública. Su lenta respuesta a la crisis en la frontera sur, su desempeño público deficiente y los problemas en la gestión de su oficina han sido objeto de críticas.

Manipulación detrás de escena y estructura de poder

Algunos observadores creen que Biden y Harris son piezas en un juego de fuerzas políticas más grandes, como las familias políticas de Clinton, Obama y Pelosi, cuyo impacto no debe subestimarse. Aunque esta perspectiva tiene tintes de teoría de conspiración, refleja una falta de confianza en las estructuras políticas tradicionales. En las últimas décadas, estas familias políticas han desempeñado un papel importante en la formulación de políticas.

“El gobierno en la sombra” y la transparencia

Trump, durante su mandato, cuestionó el funcionamiento político en Washington, acusando la existencia de un “gobierno en la sombra”. Aunque esta afirmación es controvertida, también revela el deseo de algunos votantes por una mayor transparencia y descontento con la concentración de poder.

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