Kai McKenzie, surfista profesional de 23 años, sufrió el ataque de un tiburón el pasado martes 23 de julio, sobre las once de la mañana. Ahora, los cirujanos están intentando reimplantarle su pierna amputada después de que esta fuese arrastrada a la orilla momentos después.
El ataque fue perpetrado por un tiburón blanco decasi tres metros en North Shore Beach, cerca de Port Macquarie, una pequeña ciudad australiana ubicada a unos 250 kilómetros de Sydney, en Nueva Gales del Sur.
McKenzie, que estaba cerca de un rompeolas, luchó contra el ataque y, a pesar de sus heridas, logró surfear hasta la orilla. En ese momento, un policía que se encontraba fuera de servicio socorrió al herido cortándole la hemorragia. Para poder detener el sangrado el transeúnte le hizo un torniquete improvisado con la correa de su perro.
Las autoridades que acudieron al lugar de los hechos, declararon que el torniquete «salvó esencialmente la vida de McKenzie» hasta la llegada de los paramédicos.
A su vez, Kirran Mowbray, oficial de operaciones del servicio de ambulancias, aseguró que el joven «fue muy valiente y , tras el ataque, se dio la vuelta, atrapó una ola y alcanzó la playa. Luego, el policía le salvó la vida al hacerle el torniquete».
El oficial también recalcó el joven fue «la única persona que vio al tiburón«, y que, tras el ataque, «estaba bastante tranquilo y pudo hablar con nosotros».
Pasado el tiempo, las olas arrastraron la pierna derecha amputada, que fue puesta rápidamente en hielo para ser trasladada al hospital. El Servicio de Ambulancias de NSW le proporciono los primeros auxilios en la playa antes de ser trasladado al Hospital Base de Port Macquarie.
Actualmente, tras ser transportado en helicóptero al Hospital John Hunter en Newcastle, el joven se encuentra en estado crítico pero estable. Además, a pesar de que no se pueda saber a ciencia cierta si se podrá volver a reimplantar la pierna, Kevin Young, vicepresidente de Bite Club, expresó que la pierna de McKenzie está empaquetada en hielo y que se trasladó rápidamente al hospital para intentar reimplantarla.
Finalmente, el gobierno de Nueva Gales del Sur ha decidido cerrar la playa, mientras que su equipo de tiburones han instalado dos líneas SMART, que se suman a las cuatro ya existentes, para monitorear y controlar la actividad de tiburones.
Australia es el segundo país con más ataques
Australia es el segundo país que registra más ataques de tiburones «no provocados», por detrás de Estados Unidos.
Después del ataque acaecido el pasado enero a Lauren O’Neill, las autoridades comenzaron a advertir a los nadadores para que no se bañasen durante el amanecer y el anochecer, horas en los que los tiburones toro están más activos.
Linda Scott, concejal de Sydney, expresó a la CNN que, a pesar de que los ataques conmocionen a los residentes, la posibilidad de que estos los disuadan de meterse al agua es baja.
«A los residentes de Sydney les encanta nadar en el puerto de Sydney. Hay grupos de natación locales alrededor de Potts Point y Elizabeth Bay que se reúnen regularmente para nadar», explicó.
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