Rivas recibe un reconocimiento por sus buenas prácticas en políticas climáticas. Una ciudad que le saca provecho al sol: 2.300 placas fotovoltaicas 100.000 habitantes: claves para seguir siendo Rivas. Rivas sigue obteniendo provecho del sol y ha adjudicado un nuevo contrato para instalar 510 paneles fotovoltaicos para autoconsumo en diversos edificios municipales.
Se trata de paneles de 550 vatios (w) que coronarán los tejados de la escuela infantil Rayuela, los colegios públicos Las Cigüeñas y Dulce Chacón y el centro de recursos juveniles La Casa+Grande. En el aparcamiento del edificio de Policía Local estarán ligados a un punto de recarga de vehículos eléctricos. Se prevé que esta nueva inversión en energía fotovoltaica produzca 358.800 kilovatios hora (Kwh) anuales, con una reducción de emisiones de 118 toneladas de CO2 a la atmósfera. El gasto asciende a 354.550 euros. Con este medio millar de paneles, el Ayuntamiento eleva a 2.723 el número de unidades instaladas en la modalidad de autoconsumo, repartidos en 31 edificios municipales.
Los 2.213 paneles instalados hasta ahora generan 1.799 megavatios hora al año. Además, la ciudad cuenta con otros 2.471 paneles en modalidad venta de energía (no para autoconsumo), colocados en 35 dependencias, que generan 808 megavatios hora anuales. Algunos edificios combinan ambas tipologías de placas. La doble existencia de paneles de autoconsumo y de venta se explica porque en los inicios del despegue renovable, el modelo predominante en España era el de venta. Pero, con el paso del tiempo, la apuesta por el autoconsumo ha ganado terreno. La previsión es cerrar 2024 con 5.229 paneles instalados (sumando autoconsumo y venta), capaces de producir 3,07 gigavatios por hora anuales (Gwh). EL EMPUJE CIUDADANO Pero el vigor de la sostenibilidad ripense se apuntala también desde los edificios privados y viviendas, con un dinamismo vecinal que contribuye a la generación de energía limpia. Las actuaciones ciudadanas al respecto se ven reforzadas, además, por las bonificaciones fiscales públicas.
Según datos de la Concejalía de Innovación y Modernización, si en 2017 apenas se materializaron cuatro instalaciones en edificios particulares, en 2020 se experimentó un impulso para alcanzar las 167, despuntando definitivamente en 2022 con el despliegue de otras 2.217 unidades. En 2023 se colocaron 1.014. Y en lo que va de 2024, 227. Actualmente hay 3.811 paneles fotovoltaicos distribuidos en 12.374 edificios de la localidad (también viviendas unifamiliares), lo que supone que el 31% de los inmuebles ripenses cuentan con paneles (casi uno de cada tres). Se trata de cifras que sitúan a Rivas entre las primeras ciudades de España de más de 50.000 habitantes en instalaciones fotovoltaicas por edificios tanto públicos como privados. Todo bajo la premisa de seguir haciendo de Rivas un ‘sol de ciudad’. El mayor barrio solar de España se está fraguando, por ejemplo, en la urbanización Pablo Iglesias, donde la mitad de sus 1.000 viviendas (512 casas) impulsan la instalación colectiva de 2.000 placas fotovoltaicas para el autoconsumo. Una realidad que evitaría la emisión de 167 toneladas de dióxido de carbono (CO2) al año, según cálculos de sus responsables. Rivas inició la senda de la soberanía energética en 2018, cuando se independizó de las eléctricas convirtiéndose en operador autorizado para abastecer sus instalaciones municipales, lo que compensa hasta en un 40% de media la factura eléctrica municipal mensual. Fue el primer ayuntamiento de la Comunidad de Madrid y el tercero de España en emprender este camino.
Este progreso en sostenibilidad ha consolidado un modelo de ahorro energético que se traduce en dejar de pagar 3,51 millones de euros en alumbrado público entre 2012 y 2023, a pesar del incremento poblacional. Si en 2012, con 73.000 habitantes, la ciudad consumía 5,6 millones anuales de Kwh en alumbrado de las calles, en 2023, ya con una urbe más amplia de 101.000 ripenses, ese consumo se ha reducido a 2,8 millones de Kwh. Este descenso implica, además, mejoras medioambientales: equivale a dejar de emitir a la atmósfera 9.980 toneladas de dióxido de carbono (CO2).