Un enlace matrimonial donde las costumbres de los pueblos del norte de África han sido las protagonistas. Este es el boato que el Rey Moro de La Vila Joiosa, Pablo de Torre, ha desplegado con su compañía Moros del Riff para mostrar todo el esplendor de las huestes sarracenas antes de la batalla para conquistar la villa. Este es el sexto reinado de esta compañía que se inició en las fiestas en el año 1964.
El boato de la Entrada Mora empezó con los colores identificativos de la compañía, como son el naranja y el negro, con los que desfiló el batallón de los hombres de los Moros del Riff y la capitana Maribel Rodríguez. Sin embargo, el desfile se tiñó de blanco para mostrar la elegancia de una boda, así como trasladar la inspiración de las calles de los pueblos del norte de África en las que predominan las casas con fachadas blancas.
La capitana de los Moros del Riff. / Hector Fuentes
Escenas propias de la cultura árabe como las aguadoras, el ritual de purificación de la novia, bailes y cantos étnicos interpretados por tribus autóctonas, los obsequios a los contrayentes sobre dromedarios y el banquete de la celebración con los invitados, entre los que destacaban los festeros fundadores de la compañía hace 60 años y que todavía participan en ella, así como el Embajador Moro, Juan Vicente Llinares, la Embajadora Beduina, Paula Lloret, y el Emisario del Rey Moro, Miguel Lloret.
Tras la carroza en la que saludaba el Rey Moro 2024, Pablo de Torre Soler, quien representaba el novio de la boda, cerraba el desfile el mural de una fotografía captada en 1965 por Álvaro Esquerdo, Premio Nacional de Fotografía, cuyos protagonistas son el tío y el hermano del Rey Moro.
El desfile moro arrancó a las 21 horas desde la calle Colón para recorrer País Valencià y llegar a la plaza de la Generalitat. La compañía Negres abrió el acto a la que siguieron el resto de compañías: Artillería del Islam, Moros de Capeta, Moros Mercaders, Artillería Mora, Moros Pak-kos, Guardia Negra, Beduins, Piratas Berberiscos y Moros Tuareg. Todas ellos mostraron espectaculares boatos que acompañaban a sus capitanes, así como por centenares de músicos. El público que se agolpaba durante todo el recorrido no paró de aplaudir y mostrar su sorpresa con algunos de los trajes más llamativos.
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Una de las escuadras de la Entrada Mora de La Vila. / Hector Fuentes
Este viernes, a la misma hora, tendrá lugar la Entrada Cristiana con Destralers, Llauradors, Almogávers, Marinos, Caçadors, Voluntaris, Pescadors, Catalans, Artillería Cristiana, Contrabandistas, Piratas Corsarios y el boato del Rey Cristiano con su escolta.
Entre otros actos, destaca además la madrugada del 27 al 28, el Desembarc. A las 5 horas, toque de alarma. Las campanas de la iglesia repicarán y un terremoto pirotécnico alertará del peligro, por lo que las tropas cristianas bajarán a la playa por la Costera de la Mar hasta la playa centro. Mientras los cristianos acampan en la playa, los moros se dirigen al puerto pesquero para embarcar en sus barcas. Durante toda la noche se realiza un espectáculo pirotécnico en la playa donde no cesan de sonar los arcabuces de los cristianos que esperan en su campamento en la arena. Mientras, 25 embarcaciones moras navegan por delante de la costa, entre los fuegos. Cuando amanece, se produce el popular desembarco.