Todos los aficionados al ciclismo se han quedado atónitos al ver a un chaval de Eritrea compitiendo en el Tour de Francia de esta edición y convirtiéndose en la auténtica revelación. Se trata del ciclista de Eritrea, uno de los países más pobre del mundo perteneciente al África negra. Binian Girmay. “Bini, que es como se le conoce cariñosamente, ha hecho historia en este deporte al ser el primer africano que ha ganado nada menos que dos etapas del Tour de Francia 2024 y con tan solo 24 años, además de ser capaz de desafiar a algunos de los mejores velocistas del mundo. Sus éxitos recientes desde 2020, han hecho de él un mito en su país y en uno de los corredores africanos más populares.

Un ejemplo de la diversidad y la evolución del ciclismo en las zonas más pobres del planeta. Girmay destaca como un fenómeno en el sprint y un especialista en las denominadas competiciones clásicas, entrando en la lista de los mejores de la especialidad a pesar de su juventud y de que la mayoría de los ciclistas eritreos, destacan como escaladores. En el Giro de Italia de 2022, ya mostró quien era al convertirse en el primer ciclista africano negro en ganar una etapa.

Giniam Girmay vive ahora, su etapa deportiva más importante y feliz. Nació el 2 de abril del año 2000 en Asmara, una ciudad de 600.00 habitantes, capital de Eritrea, país que comparte frontera con Sudán, Etiopía y Yibuti. Eritrea lidera el dramático ranking de ser uno, si no el que más, país pobre del planeta. Esa pregunta ¿cómo un joven de ese país tan subdesarrollado puede obtener esos éxitos en un deporte como el ciclismo y en una competición como el Tour de Francia?

A Biniam le viene la afición de su padre y de su hermano mayor, seguidores fervientes del ciclismo. Con cinco años, su padre ya le hablaba de las hazañas de este deporte. Luego, sería su primo quien le inculcara más la afición a este deporte. De niño prefería jugar al fútbol como la mayoría de sus amigos. Su hermano montaba en bicicleta y fue su padre quien le animó a hacerlo. Con 10 años su padre le compró una bicicleta, algo que recuerda con cariño el eritreo: “Recuerdo que la bicicleta que me compró mi padre era muy cara. Él tiene un modesto negocio de carpintería y yo le acompañaba a veces. Era un paseo de 10 kilómetros solo para ir al trabajo, pero eso despertó la motivación”. Lo cierto es que con solo 13 años, Biniam ya competía en numerosas carreras que se organizaban en Asmara. Las condiciones de vida en esa ciudad de 600.00 habitantes y más de 2000 metros de altura, hacen complejo el transporte público. Debido a ello, el niño Girmay se desplazaba desde su casa a la escuela en bicicleta y paseaba en bici con sus amigos durante las tardes.

Razones históricas. El ciclismo, herencia italiana en Eritrea

Hay motivaciones históricas para comprender la importancia y el seguimiento que el ciclismo concita en Eritrea siendo un deporte de poco arraigo en la región del África negra. Recordemos que en el siglo pasado este país fue colonia italiana y fueron precisamente esos italianos llegados a Eritrea los que inculcaron la afición al deporte de las dos ruedas. Con el paso del tiempo, el ciclismo se convirtió en una de las grandes aficiones deportivas.

Los cines de Eritrea no emiten películas durante el Tour, solo ciclismo

Como muestra del fervor que el ciclismo genera y el seguimiento del pueblo eritreo ofrece al fenómeno Biniam Girmay, es curioso que durante el Tour de Francia, los cines eritreos apenas proyectaron películas, ya que se volcaron con emisiones permanentes de contenidos del Tour. De igual manera, en bares, cafés y en las casas, se han seguido las retransmisiones de manera continua.

La suerte a Girmay le sonrió cuando fue fichado por el Centro Mundial de Ciclismo de la UCI, un ente del alto rendimiento para jóvenes promesas de todo el mundo que el máximo organismo internacional tiene en Suiza. Esto fue lo que hizo cambiar su vida. Ya, en su primer año, consiguió dos victorias, una etapa del Tour de Ruanda, una etapa de Tropicale Amissa Bongo y acabó en sexto lugar el campeonato de Eritrea contrarreloj. Con un físico envidiable y privilegiado, es alto y delgado, mide 1,84 metros de estatura y pesa 70 kilos, se trasladó a la localidad suiza de Aigle, base de operaciones a nivel mundial de la UCI, gracias a un programa de Solidaridad Olímpica bajo el brazo que garantizaba su futuro. Más tarde se mudó a San Marino con otros compatriotas ciclistas que le hicieron más fácil su adaptación a Europa.

Actualmente, Girmay es parte del equipo belga del Intermarché-Wanty-Gobert Matériaux, con un contrato hasta 2026. En tan solo 12 meses desde su llegada al equipo, Girmay se convirtió en la imagen del equipo por sus reiteradas victorias. Su salario está por encima del millón de euros por temporada. Biniam Girmay está casado con Saliem Hizkel con quien tiene un hijo. Él y su familia residen actualmente en la ciudad francesa de Niza. Se define como un hombre muy familiar, amante de las canciones españolas, la pasta y las películas documentales.

 

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