Se nos hace la hora. / Unsplash

A lo largo de la comida dominical surgió el tema (o el asunto, no sé) de la renuncia de Biden a la carrera presidencial y todo eso. Cuando me llegó el turno de opinar, llevé a cabo un breve rastreo memorístico por los editoriales que había leído y expuse un par de ideas sensatas y bien articuladas. Actué, en fin, como ChatGpt, aunque con menos documentación y fingiendo que entendía de lo que hablaba, cosa que la IA no hace: al contrario, peca de modestia, pues suele cerrar sus intervenciones aconsejándonos que, si los síntomas persisten, vayamos al médico.

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