Que Kamala Harris no estaba preparada para tomar el relevo era uno de los argumentos que sustentaba la casi inevitabilidad de que Joe Biden concurriera a la reelección, a pesar de su avanzada edad. El presidente decía de sí mismo que era el único que podía vencer a Donald Trump porque ya lo había hecho en 2020 y omitía que él mismo presentó hace cuatro años a su vicepresidenta como un puente hacia la nueva generación del Partido Demócrata. Si Harris era percibida como ‘no presidenciable’ se debía fundamentalmente a que era considerada una mala comunicadora. Con la retirada de Biden, todo ha cambiado

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