La economía aragonesa evoluciona «sorprendentemente bien» y de forma «moderadamente positiva». Lo dice el servicio de estudios de Ibercaja, que mantiene su optimista previsión de crecimiento del PIB en el 2,5% para la comunidad en 2024, si bien advierte de los riesgos asociados al ruido político en Francia, EEUU o España y los inherentes a las crisis geopolíticas en Ucrania y Gaza. El servicio de estudios del banco aragonés da por casi superado lo peor de la etapa inflacionaria y cree que, al igual que el conjunto de España, crece mejor de lo previsto gracias al tirón del mercado laboral y a lomos de la recuperación salarial, un consumo de los hogares que resiste como también lo hace el sector inmobiliario y con las bolsas de valores en máximos históricos.

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