Dos miembros de la ‘barra brava’ (hinchas violentos) del Newell’s Old Boys de la ciudad argentina de Rosario fueron detenidos este jueves acusados de haber estado involucrados en las amenazas que recibió el futbolista Ángel Di María en marzo, cuando todavía se especulaba sobre su regreso al club de sus amores, Rosario Central, el otro equipo de la ciudad.
Los detenidos fueron identificados como Alejandro Ficcadenti y Sergio Di Vanni, y según prensa local, fueron capturados en el marco de un operativo que incluyo siete allanamientos en los que se incautaron casi 20 millones de pesos (unos 21.000 dólares).
Los arrestos de este miércoles siguen a la detención, a finales de marzo, de otros dos presuntos implicados en el caso, que habrían sido los responsables directos del hecho, mientras que los dos hombres capturados hoy habrían sido sus instigadores.
Las amenazas tuvieron lugar el 25 de marzo en una urbanización cercana a la Rosario natal de Di María, cuando un vehículo arrojó un mensaje amenazante en la puerta del domicilio donde se encontraban los parientes del jugador.
Esta semana, tras anunciarse el sábado la continuidad del ‘Fideo’ en el Benfica de Portugal, el presidente de Rosario Central, Gonzalo Belloso, comunicó que la decisión del futbolista de no retornar a la ciudad se debió a cuestiones de seguridad.
«El sábado a la tarde me dijo su decisión de que no va a volver al club porque no siente las garantías de seguridad para él ni para su familia», declaró este lunes Belloso en una entrevista radial.
«Creemos que es el mejor momento para que viniera. Él nos informó luego del hecho de las amenazas que empezó a correr en duda la posibilidad de venir, que no se sentía seguro, y que iba a tomar la decisión finalizada la Copa América», explicó.
El exjugador del Real Madrid y el París Saint Germain, de 36 años, viajó a Argentina tras la conquista en Estados Unidos de la Copa América, que marcó el final de su carrera con la camiseta albiceleste.