Tras el accidente del techo en el almacén de la fábrica, Damián estuvo a punto de morir, por lo que se confesó con Don Agustín una última vez, en aras de que su vida terminara. O eso pensaba él.
Damián, en su supuesto lecho de muerte, confesó un oscuro secreto de su pasado: ¡Él es culpable de la muerte de Gervasio Merino!
El patriarca le desveló al cura que, cuando descubrió que su amigo era un “invertido”, lo chantajeó para que le vendiera su parte de las acciones de la empresa y fue él quien indirectamente lo incitó para que se quitara la vida.
“Fue mi culpa”, confesó Damián. Gervasio estaba tan avergonzado, que no le quedó otra que ceder al chantaje de su amigo…
El patriarca se siente culpable de haberles robado a su padre a sus sobrinos y su marido a Digna. ¿Qué pasará si algún día la verdad sale a la luz?
El cura le promete quedarse callado siempre y cuando le pague y le deje estar tranquilo.
¿Qué sucedería si este oscuro secreto sale a la luz?
