En un mundo cada vez más consciente de la necesidad de combatir el cambio climático, las campañas de plantación de árboles, también en las ciudades, han cobrado una relevancia crucial. Los bosques urbanos no solo mejoran la calidad del aire y proporcionan efectos de enfriamiento, sino que ofrecen espacios verdes para la recreación y sirven como hábitats ecológicos. Sin embargo, un nuevo estudio revela que no todos los árboles plantados en entornos urbanos tienen la misma capacidad de adaptación a un clima más cálido.

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