Sultan fue testigo de todo. La mujer de Sado vio con sus propios ojos cómo Süreyya atropelló accidentalmente a Akif y cómo Akif la ayudó a ocultarlo todo para evitar la cárcel.
Sin embargo, Sultan lo grabó todo con su móvil y decidió chantajear a Akif: Si no le daba una importante suma de dinero a cambio, lo contaría todo a la policía.
Aparentemente, Akif accedió a su trato. El empresario le dio una bolsa con todo el dinero y ella borró el vídeo asegurando que no tenía ninguna copia más.
El marido de Nebahat se guardaba un as bajo la manga y se la jugó a Sultan. La denunció por una estafa a una mujer mayor y la policía se presentó para… ¡detenerla!
Akif pensó que la jugada le había salido maestra, pero se equivocaba. Sultan lo llamó desde la cárcel para decirle que tenía otra copia de ese vídeo y que acababa de mandárselo a… ¡Ömer! Quiere que él sepa toda la verdad.
“Ahora caerá igual que yo”, le dice Sultan a Akif con tono amenazante mientras el empresario empieza una carrera contrarreloj para evitar que ese vídeo llegue a manos del joven Eren. ¿Lo conseguirá?