Siguen los días de movimientos en los despachos de los dos grandes de la madreñina «furgolística». En la casa azul ya han presentado a sus dos últimas incorporaciones, las que vienen a suplir alguna de las salidas, deseadas y obligadas, a las que está teniendo que hacer frente el Oviedo. Más movidas andan las aguas a la otra orilla del Potomac, donde se ha frustrado el fichaje de Sergio Bermejo cuando únicamente se estaba a la espera del anuncio oficial. Algo vieron los servicios médicos rojiblancos en la exploración de rigor que no convenció a los profesionales. No está el horno como para andar arriesgando. Para algo están los reconocimientos médicos.
Ahora queda por ver qué versión ganará, si la de la familia orlegiana o la del Zaragoza, desde donde se apunta a que todo se debe a un asunto de dinero. Han puesto a funcionar la máquina del fango de Pedro Sánchez. Ni es la primera vez ni será la última en la que un fichaje apalabrado salte por los aires por las razones que sean. Ley de vida, ley del «fúrgol», un estanque de pirañas y tiburones.
El que está al caer, según cuentan los que saben de esto, es Dubasin. Parece que al «Pingüino» le ha gustado Asturias y quiere repetir experiencia tras su paso por el Oviedín. Por lo demás, el Tito Floren, Tebas y el Gobierno, a través del TAD, nos van a hacer más llevaderos estos días de verano. El que más manda se quiere cargar al amo de la patronal por el asunto del fondo CVC. La memoria es de elefante, no olvida ni una afrenta y quiere que la venganza sea terrible. La fiesta promete, así que, amiguinos y amiguinas, acaparen palomitas, latas de fabada y munición, ¿oyisti, güey?
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