La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, se ha hecho con las encuestas tan solo 48 después de anunciar su posible candidatura a las elecciones presidenciales de noviembre. Este martes, una encuesta de Reuters/Ipsos ha dado a la demócrata dos puntos porcentuales de ventaja sobre el republicano Donald Trump, que superaba a Joe Biden en la mayoría de sondeos. Esta encuesta, que da a Harris el 44% de los apoyos y a Trump el 42%, le da la vuelta a las estimaciones que se habían hecho en las últimas semanas. Hasta ahora, Harris y Trump estaban empatados a 44% en una encuesta del 15 y 16 de julio, y Trump lideraba por un punto porcentual en una encuesta del 1 y 2 de julio.
Las muestras del sondeo de Reuters/Ipsos se han tomado entre el lunes y el martes, después de la Convención Nacional Republicana y después de que Biden renunciara a la reelección el domingo y propusiera a Harris como sucesora. La publicación de la encuesta ha coincidido, además, con el primer acto de campaña de Harris como candidata a representar al Partido Demócrata en las elecciones presidenciales de noviembre.
El mitin de este martes se ha celebrado en la misma ciudad de Milwaukee donde Trump aceptó el jueves pasado la nominación de su partido. La ubicación es acertada. La esperanza de la campaña de Harris reside precisamente en lugares como la capital de Wisconsin, un estado en disputa entre republicanos y demócratas, comparable a Arizona y Nevada. Aunque las encuestas nacionales dan señales importantes del apoyo de los estadounidenses a los candidatos políticos, sólo un puñado de estados competitivos suele inclinar la balanza en el Colegio Electoral de EEUU, que decide en última instancia quién gana las elecciones presidenciales.
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Los resultados de la encuesta más reciente subrayan los motivos por los que Biden abandonó la carrera y Harris le sustituyó en la candidatura. Un 56% de los votantes registrados se mostraron de acuerdo con la afirmación de que Harris, de 59 años, era «mentalmente aguda y capaz de afrontar retos», frente al 49% que dijo lo mismo de Trump, de 78 años. Sólo el 22% de los votantes valoró así a Biden, apunta Reuters.
El progreso de Harris en sus primeros dos días va más allá del electorado. La vicepresidenta, que aún no ha sido nominada oficialmente como candidata demócrata a la presidencia, ha conseguido el apoyo de las principales figuras del partido. Un sondeo no oficial de Associated Press reveló el martes que más de 2.500 delegados demócratas respaldan ya a la vicepresidenta, una cifra muy por encima de los 1.976 necesarios para la nominación. Tan solo 54 delegados se declararon indecisos.
La única gran excepción al apoyo al unísono a Harris de los barones del Partido Demócrata es quizá Barack Obama. El silencio del expresidente, según el New York Times, es procedimental: «El expresidente se ha posicionado como un estadista veterano e imparcial, por encima de las maquinaciones intrapartidistas, y ya se mostró neutral durante las primarias demócratas de 2020″, dijo el lunes el diario neoyorquino.
El patrocinio a la vicepresidenta también ha venido por parte de los donantes. Su campaña dijo el lunes que había recaudado 100 millones de dólares desde el domingo, superando los 95 millones que la campaña de Biden tenía en el banco a finales de junio.
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Así, el discurso de Harris este martes en un instituto de Milwaukee ha parecido más bien el primer mitin de campaña de una candidata oficial a la presidencia del país más poderoso del mundo. En su intervención, la vicepresidenta se presentó como la única alternativa posible a Trump: «En esta campaña, les prometo que aprovecharé todo momento para comparar mi historial con el suyo. ¿Queremos vivir en un país de libertad, compasión y Estado de derecho, o en un país de caos, miedo y odio?».
Ahora, la atención se centra en quién será el compañero de fórmula de Harris. Los nombres más escuchados son el del secretario de Transporte de EEUU, Pete Buttigieg, el gobernador de California, Gavin Newsom, el senador de Arizona Mark Kelly y el gobernador de Kentucky, Andy Beshear.