Javier Milei recibió en las últimas horas una serie de informes que debieron erizarle la piel: los argentinos empiezan a mostrar signos de contrariedad que no parecían rozarlo en los sondeos a pesar del peso de una crisis económica y social que encuentra analogías con el peor momento de la pandemia. De acuerdo con el tradicional «índice de satisfacción» que realiza la Universidad de San Andrés, un centro de estudios que no suele ser tachada de «colectivista» por el presidente, el 63% de las personas entrevistadas se encuentran entre los descontentos con el presente. Solo un 33% aprueba la gestión del anarcocapitalista. En mayo, los argentinos «satisfechos» eran un 41%.

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