Kamala Harris se ha convertido inesperadamente en la última esperanza de los demócratas para derrotar a Donald Trump. Apenas 24 horas después que el presidente Joe Biden se retirase de la campaña electoral, la designada como su sucesora ha logrado recibir el apoyo de la mayoría de su partido y recaudar 81 millones de dólares en donaciones. Ese creciente entusiasmo no se entiende sin el rol de las redes sociales, donde la vicepresidenta de Estados Unidos se ha convertido en un eficaz meme que atrae a cada vez más jóvenes.
Hace a penas un mes, Harris era el blanco de las bromas. Su primer mandato en la Casa Blanca había estado protagonizado por más momentos bizarros que por éxitos políticos. Sus enrevesados discursos se compartían descontextualizados en plataformas digitales como TikTok, Instagram o Twitter (ahora X) para atacarla. Consciente de su incomodidad escénica y de sus dificultades para inspirar a las bases, incluso los estrategas de la administración Biden la habían relegado a un rol menor en la sombra.
Todo eso empezó a cambiar el pasado 27 de junio. Con la desastrosa actuación de Joe Biden en su primer debate con Donald Trump, la posibilidad de que Harris se alzase con la candidatura demócrata empezó a tomar forma. Había que rehabilitar su imagen e Internet se convirtió en el campo de batalla ideal. Sus simpatizantes desenterraron los vídeos antiguos que podían hacer sonrojar a la vicepresidenta y los editaron para convertirlos en una arma propagandística que jugase a su favor. La reapropiación surtió efecto y esos clips, que van de ella bailando a explicando cómo cocinar un pavo en Acción de Gracias, fueron un éxito viral, especialmente entre los más jóvenes.
«Harris nunca ha sido la candidata ideal para los progresistas», explica el periodista Emilio Doménech. En 2019, tuvo que retirarse de las primarias demócratas porque experiencia como fiscal era, en plena eclosión del movimiento Black Lives Matter, una narrativa controvertida que la penalizaba. El escenario es ahora distinto. Según este experto, la importancia de captar al votante moderado ha llevado a la izquierda online a revalorizar su rol «como policía del país», impulsando memes en esa dirección.
El coco y la palmera
Mientras la presión para que Biden renunciase iba in crescendo, las imágenes de Harris cobraban un nuevo sentido bajo la óptica posirónica de la llamada Generación Z. «Ironizan sobre su risa histriónica y su estilo encorsetado cuando habla en público, pero no para burlarse de ella como hacían memes antiguos, sino para apoyar su figura», asegura Doménech.
Ninguna ha calado más que la anécdota familiar que la vicepresidenta contó en mayo de 2023, evocando entre risas las lecciones que le daba su madre cuando era joven. «¿Crees que te acabas de caer de un cocotero?», les decía. «Existes en el contexto de todo lo que vives y de lo que vino antes que tú». Remezclada con la música electropop de la cantante Charli XCX, esta frase se ha convertido en todo un fenómeno viral que, si bien no oficialmente, funciona como el primer eslogan presidencial de Harris.
Tras el paso atrás de Biden, el equipo de campaña de la nueva candidata demócrata ha abrazado abiertamente los códigos zoomers, integrando plenamente los emojis 🥥🌴 y otros memes en su estrategia comunicativa. La estética y el lenguaje que han adoptado en redes está plagado de referencias a artistas especialmente populares en esa generación como Beyoncé, Chappell Roan o la ya mencionada Charli XCX. En apenas 24 horas, su cuenta en X, heredada de la campaña de Biden, ha duplicado su número de seguidores y ya se acerca al millón.
Esperanza para los jóvenes
La habilidad comunicativa de la izquierda online ha logrado asociar a Harris con un mensaje de alegría que va más allá de lo ideológico, recuperando el discurso de la esperanza que catapultó a Barack Obama en 2008. En las coctelerías de Washington se están poniendo de moda las bebidas con coco como la piña colada. «Es un punto de entrada extraño pero divertido a la política para los jóvenes, especialmente los que están crónicamente en línea», ha explicado el consultor de comunicación Michael Franklin a The New York Times. Ese tono choca frontalmente con la visceralidad que ha marcado la actualidad política en EEUU y con las ya recurrentes referencias de los trumpistas a una hipotética guerra civil.
Con esa estrategia, los demócratas buscan seducir al electorado más joven distanciándose de Trump, oficialmente el candidato presidencial más viejo en la historia del país, pero también revertir la tendencia negativa entre menores de 30 años y minorías causada por el declive de Biden. «Harris se ha desempeñado mejor en esa parte del electorado y su candidatura les impulsa en estados disputados como Nevada, Arizona o Georgia donde los jóvenes son importantes», remarca Doménech.
Los memes pueden moldear la imagen de Harris para hacerla más digerible para el electorado, pero ¿será suficiente? Para Doménech, lo que realmente decidirá el destino de la elegida para los demócratas no será su comunicación, sino la línea política que adopte. «Lo más importante es saber si logrará retener el voto blanco, trabajador y sin estudios del Medio Oeste», advierte. «Por eso la elección de su candidato a vicepresidente será crucial».
