València se ha quedado fuera del listado de sedes para el Mundial 2030 que ofreció el viernes la Federación Española de Fútbol, tras dos años de trabajo y deliberación del Comité Ejecutivo organizador para España, del que forma parte el Gobierno a través del Consejo Superior de Deportes (CSD). La pésima gestión que arrastra el club durante años ha impedido que la tercera ciudad de España no acoja el evento de mayor magnitud a nivel futbolístico, después de que el club no presentase a tiempo el «Stadium Agreement». Un problema que viene de largo. Peter Lim ha permitido que el Nou Mestalla cumpliese el pasado 25 de febrero 15 años de inactividad en sus obras, por su desidia y no apostar por la construcción de un estadio a la altura del que se comprometió para el Centenario en 2019. El de la Avenida de Suècia es el estadio más longevo de Primera y el segundo del fútbol profesional, solo por detrás del histórico El Molinón (1908) del Sporting de Gijón. A lo largo de sus más de 100 años, Mestalla ha albergado algunas de las citas más importantes del mundo del deporte convirtiéndose en un icono. El viejo coliseo, además de la ciudad y la Comunitat han demostrado con creces una trayectoria repleta de éxitos organizativos.
El estadio valencianista, sinónimo de grandeza y prestigio, ha acogido desde torneos internacionales hasta grandes finales. La primera de ellas tuvo lugar el 16 de mayo de 1926 en la que FC Barcelona y Athletic Club de Madrid se batían en duelo para alzarse con la Copa del Rey. En 1929 y 1936, la tercera capital de España celebraba las últimas finales de Copa previas a la Guerra Civil. Durante el conflicto armado, el campo sirvió como campo de concentración y depósito de chatarra, sufriendo numerosos daños. Un campo inmortal que sobrevivió, a diferencia de otras construcciones emblemáticas, para dar cobijo a grandes citas venideras.
Entre las décadas de los 40 a los 80, diversas reformas en Mestalla engrandecían aún más la figura de la casa del Valencia, logrando superar la gran riada de 1957 que destrozó por completo partes del recinto y convirtiéndolo en un gigante capaz de albergar a 45 500 espectadores. Con las adecuaciones pertinentes para participar como sede en el Mundial del 82, València fue el punto de concentración de la selección española.
Mundial España 82
El Luis Casanova fue la sede de los tres encuentros que disputó la Roja de fútbol en la primera fase de grupos ante Honduras, Yugoslavia e Irlanda del Norte. València nunca olvidará las noches en las que dos valencianos y valencianistas, Miguel Tendillo y Enrique Saura, defendieron la camiseta de ‘La Roja’. El ambiente respirado era indescriptible, alzando a la ciudad al puesto que merecía. La resaca llegó antes de lo que se esperaba. En el recuerdo de muchos persiste hoy el lastre económico que supuso para el club la remodelación del estadio como una de las causas que condujo al posterior descenso.
Barcelona 92
El esplendor del coliseo valencianista también atrajo el espíritu olímpico. De hecho, la siguiente gran cita a la que prestó sus cimientos fueron los Juegos Olímpicos de 1992 y lo hizo como gran protagonista. En el verano del 92 se disputaron ocho partidos y la Selección repitió con los duelos de grupos, como ya pasó en 1982. España se enfrentó a Colombia, Egipto y Catar. Además, selecciones más exóticas también dejaron su impronta en la Avenida de Suècia, disputando partidos del grupo C como Marruecos-Corea del Sur, Paraguay-Corea del Sur y Paraguay-Marruecos. Los cuartos de final entre España e Italia y la semifinal de España contra Ghana también se jugaron en el Luis Casanova antes de que España conquistara, por primera vez en su historia, la medalla de oro en fútbol en unos Juegos Olímpicos.
El 29 de abril de 1993, el Luis Casanova retomó el trono y abrió sus puertas a nueva final de Copa. En el 1998, 2000, 2009, 2011 y 2014, Mestalla, con su denominación original, tras una petición por carta enviada por el expresidente Luis Casanova Giner, volvería a ser elegido como anfitrión de las finales de la Copa.
Tercera casa de La Roja
Además del Mundial y las Olimpiadas, España defendió su camiseta en la ‘Terreta’ en partidos de fase de clasificación hasta en diez ocasiones: Para las Eurocopas Italia 1968, Yugoslavia 1976, Italia 1980, Bélgica y Holanda 2000, Portugal 2004, y para los Mundiales de Francia 1998, Corea del Sur y Japón 2002 y Alemania 2006. Sumando los encuentros del 82, del 92, los clasificatorios y otros 18 amistosos, el antiguo Mestalla ha disfrutado del equipo nacional hasta en 34 ocasiones. Una cifra que sitúa a València como la tercera en el ranking de ciudades que más veces han acogido a la ‘La Roja’, por detrás de Madrid (70) y Sevilla (53).
Tenis, basket, maratón
Este fin de semana, la concejala de Deportes del Ayuntamiento, Rocío Gil, apuntó que la capacidad organizativa de València está más que probada y puso como ejemplos las ediciones de la Copa de la América 2007 y 2010, el reciente preolímpico de baloncesto en La Fonteta o el futuro Campeonato de Europeo de Atletismo en pista cubierta en 2027. Un historial todavía mucho más extenso gracias a acontecimientos como la Copa Davis, a la que el Roig Arena optará a albergar sus finales el próximo año, el Eurobasket femenino de 2021 o el Mundial de gimnasia rítmica en 2023. Todo en una ciudad que ha entrado en el top 6 de los grandes maratones.