El cáncer es ya la primera causa de muerte en España. En 2023, provocó un 26,6% del total de las defunciones y, por primera vez, superó a las muertes por enfermedades del sistema circulatorio. En conversación con El Periódico de España, del mismo grupo editorial que este diario, Ramón Reyes lo recalca en varias ocasiones. Acaba de ser reelegido presidente de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), un segundo mandato que afronta con entusiasmo y responsabilidad. «Me siento un privilegiado», dice quien capitanea un gran equipo que llega a donde muchas veces no lo hace el sistema y que, por delante, tiene incontables retos. Le preocupan, por ejemplo, los cánceres de baja supervivencia y saber qué está pasando para que estén apareciendo mayor número de tumores que nunca en edades más tempranas que la media.
El diseño de una cartera de servicios «dinámica y flexible» para responder a las necesidades específicas de cada territorio; la influencia política para defender el derecho al olvido oncológico, para proteger espacios sin humo o para mejorar la eficiencia de los programas de cribado, han sido algunos de los ejes de trabajo del anterior mandato de Reyes, también al frente de Fundación Científica de la AECC.
Los nuevos retos
Ahora, por delante, tiene 10 compromisos clave en un nuevo programa de gobierno centrados en tres ejes: desarrollar un modelo para la humanización en la atención integral a los pacientes; mejorar tanto los hábitos saludables, como el diagnóstico precoz y la atención temprana; y elevar a 40 millones de euros la financiación anual de la investigación para lograr programas diferenciados.
Con la mirada social y la franqueza que siempre le caracteriza –Reyes es de los que habla alto y claro– el presidente de la AECC responde a lo que inquieta como máximo responsable de una entidad que hace frente a las incontables necesidades de los pacientes en un país donde, en 2024, habrá 286.664 diagnósticos de cáncer, un 2,6% más que en el año antes, según el último informe elaborado por la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM).
Registro nacional de tumores
En este preciso instante, dice, le inquieta que se inviertan fondos en la investigación de los cánceres de baja supervivencia o «que seamos capaces también que los pacientes de todo el país tengan las mismas posibilidades de acceder a los mismos tratamientos y que se trabaje en red con centros de referencia que sean especialistas en cánceres». También que exista un registro nacional de tumores.
P. El cáncer ya es la primera causa de muerte en España. ¿Qué está sucediendo?
R. Hay dos componentes, uno conocido y otro que tenemos que estudiar. El primero, que nuestra población va envejeciendo, con lo cual es normal que vaya subiendo la incidencia en función del aumento de la edad. Pero, por otro lado, tenemos un reto importantísimo y es que están apareciendo más cánceres que nunca por debajo de la media de edad que había siempre: mama por debajo de los 40 años o colon por debajo de los 40 o 50. Esto tenemos que investigarlo. ¿Son las condiciones medioambientales’, ¿es el estrés?, ¿la alimentación?… Hay un montón de elementos que todos sabemos que impactan en la aparición más temprana, por eso la investigación es clave y también el tratamiento de datos. Tenemos que saber qué está pasando.
P. La AECC apuesta por bajar la edad de los cribados.
R. El de colon lleva aumentando su aparición en los últimos diez años, un 4%, en gente por debajo de 50, y eso nos obliga sí o sí a bajar la edad de los cribados. Ahora está entre 50 y 69 años y hay que bajarlo a 45. En mama, lo mismo. Hay que subir el nivel.
Central de compras
P. Otro problema que inquieta. El retraso en el acceso a medicamentos ya autorizados en Europa.
R. Soy también presidente de la European Cancer Leagues. Estamos ahí porque el 60% de las leyes que se desarrollan en España tienen su origen en las directrices europeas. Propugnamos que se vayan armonizando los plazos de aprobación de los países. Tenemos que armonizar, pero estar bajo el paraguas europeo. Apoyamos una central de compras para toda Europa. Que se consigan precios por volumen ventajosos para cada país en la compra centralizada. Como pasó con el coronavirus. También pedimos que haya transparencia en los datos de la industria farmacéutica porque, dentro de España, también hay inequidades.
No es lo mismo tener cáncer en una provincia con centros de excelencias cercanos que en otra, o no es lo mismo padecerlo un autónomo
P. Inequidades que afectan a los pacientes y no solo en el acceso a fármacos.
R. Sí, no es lo mismo la incidencia en un sitio que en otro. No es lo mismo tener cáncer en una provincia con centros de excelencias cercanos que en otra, o no es lo mismo padecerlo autónomo, que se queda con 450 euros de pensión y necesita que se le den ayudas como las que damos nosotros. El 40% de las familias afrontan gastos superiores a los 10.000 euros durante la enfermedad.
P. ¿Qué balance hace del año transcurrido desde la aprobación del derecho al olvido oncológico?
R. Era algo absolutamente necesario. Es que es terrible. Un niño tiene leucemia y toda su vida arrastra que ha tenido un cáncer y tiene los problemas que tiene de acceso a hipotecas, seguros… Se planteó y es verdad que el Gobierno reaccionó muy rápido. Estamos encantados, pero ahora hay que aterrizarlo. Articularlo. La valoración es muy positiva porque, aunque hay más casos de cáncer, afortunadamente cada vez hay también más supervivientes. Tenemos que pensar en esas necesidades diferentes, terapéuticas, psicológicas, laborales… Ocuparnos de esa población creciente. Hace cincuenta años, se morían tres de cada cuatro pacientes. En este momento, algunos cánceres tienen una supervivencia del 80 o 90%.
P. Pero existen otros de baja supervivencia.
R. En 2023 abrimos la convocatoria ‘Reto AECC 70 % Supervivencia’ para impactar positivamente en la investigación de los cánceres con tasas de supervivencia inferiores al 30 % o estancadas. No podemos abordarlo sin investigación. Acabamos de lanzar una convocatoria sin parangón en Europa de diez millones de euros para investigar el Cáncer de Pulmón de Células Pequeñas, de baja supervivencia.
P. Sobre cáncer de pulmón. Los médicos también un impulso, precisamente, de los cribados y a nivel nacional. ¿Qué le parece?
R. Como AECC valoramos siempre positivamente el que se haga cualquier tipo de intervención cuando haya indicadores suficientes para poder detectar tempranamente un tumor. En muchos no se puede. Pero en el de pulmón, se puede diagnosticar. Estamos a favor y apoyando el proyecto Cassandra. Es el que más mata, más que el conjunto de los otros más prevalentes: mama, próstata y colon. Cualquier cosa que se pueda hacer cáncer en una supervivencia por debajo del 20%, hay que intentarlo.
Somos el estanco de Europa. La gente se lleva el tabaco a espuertas de España porque, con Croacia, es dónde es más barato
P. ¿Pero todavía parece que existen ciertas reticencias en la implantación?
R.- Hay alguna, incluso, por parte de algunos neumólogos porque hablan de la cantidad de falsos positivos que se dan, que la prueba es invasiva… Después, imagino, habrá alguna consideración desde el punto de vista de coste de los medios que tendrían que dedicar muchos hospitales. Es lo que ha pasado en colon. Hay autonomías que se han retrasado al poner en marcha los cribados por la falta de dotación, de medios económicos.
P. Sanidad ha sacado a consulta pública el proyecto para endurecer la ley del tabaco con nuevos espacios sin humo. ¿Es suficiente?
R. Es superoportuno. Hoy vemos normal que no se fume en un restaurante, tendremos que ver normal que no se fume en los estadios. He estado en el concierto de Metallica hace dos días con gente fumando a mi lado. Y vapeando. Eso tiene que cambiar. No se puede prohibir fumar y vapear, pero sí en sitios públicos y sí donde estén niños y jóvenes. Tenemos que evitar los factores que producen cáncer de pulmón y ahí está el tabaco. Con la gente que está fumando ahora es muy difícil, porque es una enfermedad. Pero debemos evitar que los jóvenes fumen. Salvar estas generaciones. Y conseguir cero exposición al humo digital. Lo de la industria con la reducción del daño del tabaquismo con cigarrillos electrónicos, vapeo, no combustión… me parece el colmo. Se están banalizando esas nuevas formas de consumo.
P. ¿Cómo valora el trabajo del departamento que encabeza Mónica García en la lucha contra el tabaquismo?
R. Ha hecho un esfuerzo enorme. Ha puesto en pie este plan integral contra el tabaco. Pero hay que desplegarlo, que no se ha hecho. La parte importantísima es la de la modificación de la fiscalidad. Somos el estanco de Europa, la gente se lleva el tabaco a espuertas de España porque, con Croacia, es dónde es más barato.