El piloto español Alex Palou afianzó este domingo su liderazgo de la IndyCar tras una enorme remontada en el circuito urbano de Toronto (Canadá) que le permitió pasar del puesto 18 al 4 en parte gracias a los accidentes y errores de sus rivales. La carrera fue ganada por Colton Herta, su primera victoria en más de dos años.
La escudería Andretti Global copó los dos primeros puestos del podio ya que, además del primer puesto de Herta en segundo lugar terminó Kyle Kirkwood. El tercer puesto fue para Scott Dixon (Chip Ganassi). Se da la circunstancia que el tercer puesto de Dixon es el 141 del piloto neozelandés en IndyCar, un récord que le igual con Michael Andretti.
El histórico Michael Andretti, jefe de la escudería Andretti Global, reconoció nada más terminar la carrera que había sido «un gran día» para su equipo y que necesitaban con desesperación la victoria.
Por su parte, Herta expresó su satisfacción tras dos años y 41 carreras sin ocupar el primer puesto del cajón.
«Es increíble. Es descorazonador cuando tienes éxito en la competición y luego nada durante mucho tiempo. Dos años sin una victoria es muy duro», declaró el piloto tras su victoria.
Pero aunque la victoria final fue para Herta y Andretti Global, Palou y su equipo, Chip Ganassi, disfrutaron la cuarta plaza como si fuese oro.
Tras Toronto, Palou tiene 411 puntos en el campeonato IndyCar, 49 puntos más que Will Power, quien cometió un error innecesario a falta de nueve vueltas para el final cuando rodaba en cuarto lugar y terminó en el puesto 12.
El español empezó la carrera en el puesto 18 de la parrilla después de que los comisarios le penalizarán el sábado por obstaculizar a Pato O’Ward durante la cualificación. Palou, que el sábado se mostró optimista de una posible remontada al señalar que su número 10 era muy rápido en Toronto, aprovechó cada oportunidad de la carrera.
En la vuelta 51, de las 85 de Toronto, tras su último cambio de neumáticos, Palou ocupaba el puesto 15, justo por detrás de O’Ward. Tres vueltas más tarde, Palou se había aupado a la décima posición tras un error de Josef Newgarden en su parada en boxes.
Y con la última ronda de cambios de neumáticos, en la vuelta 57, Palou estaba ya en el séptimo puesto, uno por detrás de O’Ward.
A partir de ese momento, la carrera se convirtió en una carnicería. A falta de 18 vueltas para la conclusión, el novato Kyffin Simpson se estrelló contra las barreras y provocó la salida del coche de seguridad.
Inmediatamente tras la reanudación, en la vuelta 72, se produjo un grave accidente iniciado por el trompo de O’Ward en la peligrosa curva número 1 de Toronto.
Palou pudo evitar al mexicano, que terminó con el morro apuntando al centro de la pista en uno de sus puntos más angostos. Pero otros no tuvieron la misma suerte. Hasta tres vehículos golpearon de forma sucesiva al número 5 de O’Ward.
El que peor lo llevó fue el número 14 de Santino Ferrucci que tras montarse encima del morro del coche de O’Ward, voló de lado contra las barreras y quedó recostado sobre un lateral en medio de la pista. A pesar de la espectacularidad del accidente, que dejó fuera de combate cinco coches, ningún piloto resultó herido.
Al final de la carrera, O’Ward se quejó que los pilotos no fueran advertidos durante varios segundos de su accidente, lo que posibilitó que otros se estrellasen contra su monoplaza.
Pero el drama no acabó ahí. Tras la reanudación de la carrera en la vuelta 76, a falta de nueve para el final, en una acción sorprendente, Scott McLaughlin fue empujado contras las barreras por su compañero de equipo Will Power cuando rodaban en cuarto y quinto puesto, respectivamente.
El choque inutilizó el vehículo de McLaughlin y Power fue penalizado con un ‘drive-through’ lo que promovió a Palou al cuarto puesto que mantuvo hasta el final de la carrera.
