Dicen que cualquier tiempo pasado fue mejor. ¿Será esto lo que le está pasando al FIB? En esta edición, marcada por las quejas de los asistentes y los problemas técnicos, el festival más antiguo de la provincia ha contado con 135.000 asistentes, según la organización. Son 45.000 menos que hace un año (hubo 180.000), pero hay que tener en cuenta que este año ha habido una jornada menos, hecho que podría justificar, en parte, la bajada. Sin embargo, el evento es consciente de las malas impresiones cosechadas entre sus fibers y las ha aprovechado para anunciar las fechas de la edición 2025 (del 17 al 19 de julio) y la preventa de abonos. «El FIB ya no es el que era, pero tú tampoco», han dicho para poner a la venta las entradas del próximo año –más baratas aún, a 39,99 euros, más gastos, para intentar retener a quienes se marchan con un mal sabor de boca–.
El sentir de quienes llevan años siendo fibers sigue, sin embargo, una deriva distinta y ayer volvió a evidenciarse en la cuenta oficial de Instagram del evento. «Os estáis hinchando a borrar comentarios malos, qué despropósito lo vuestro», «no contéis conmigo el año que viene; esto ha sido una burla», «¿comprar otra vez a ciegas, sin saber el cartel? no, gracias» o «vaya cartelito este año, menuda bazofia de festival habéis conseguido» son solo algunos de los cientos de comentarios que cualquiera puede leer en las redes sociales.
Como ya publicara este diario, la noche del jueves fue de lo más decepcionante para el público, que vio como el cabeza de cartel de la edición –los estadounidenses Black Eyed Peas— tenían que parar la actuación (que ya empezó con media hora de retraso y a las 3.30 de la madrugada) en la primera canción por problemas técnicos. Cuando, por fin, lograron ofrecer su espectáculo, lo hicierona un nivel que dista bastante de lo que sus fans esperaban y los problemas de sonido persistieron. Demoledores fueron los comentarios en el perfil oficial del FIB sobre esta actuación, aunque otras como Lori Meyers y Siloé cumplieron expectativas esa misma noche.
En la jornada del viernes volvió a haber pinchazo en el escenario principal y, de nuevo, con uno de los platos fuertes, Yunglud. Sonido entrecortado y bajo volumen volvieron a despertar los silbidos de un público desencantado.
El sábado, dieron el do de pecho un entregado Dani Fernández (sobresaliente), un aplaudido Andrés Calamaro y Dorian, pero no deja de ser una realidad que muchos preferían quedarse en la zona de djs. Lejos quedan los años gloriosos del FIB, cuando pisaban la terreta Blur, Oasis, Amy Winehouse, Leonard Cohen, The Killers o Bob Dylan y el comentario de muchos es «qué poco le queda ya de internacional», dado el auge de artistas españoles tras el cambio de promotora (la misma del Arenal Sound).