Imagina que estás viendo a Karol G en Madrid, con la intensa lucha (y desembolso) que ello supone, y aparece la reina del pop detrás de una nube de humo y tras una breve presentación de la colombiana que afirmó, en el segundo concierto que llenó en el Bernabéu, que había invitado a una de sus artistas favoritas durante la adolescencia. Como si del mítico programa «Lluvia de estrellas» se tratara, aparecía la mismísima Amaia Montero, la vocalista que lanzó a La Oreja de Van Gogha las listas de grandes éxitos cantando un ‘Rosas’ que apenas se escuchó entre el clamor del público.
Amaia reaparecía así tras dos años sin pisar los escenarios y después de una serie de acontecimientos en su vida que habían dejado a los fanáticos muy preocupados por su salud.
Karol G expresó su admiración hacia Amaia y reconoció que el atuendo mayoritariamente rosa del concierto era en su honor, un guiño a la canción con la que Montero hizo su reaparición. «Esta semana ha sido para mí de mucha gratitud. Ustedes mismos pueden ver lo que está pasando aquí y son cuatro noches como esta» y pidió a los asistentes «no dejar nunca de soñar». «Estoy teniendo la suerte de cantar con artistas a quienes escuché toda mi vida. Y hay artistas que van a subirse a este escenario a regalarnos un momento único e increíble. Hoy tengo aquí a una personita que lleva dos años sin subirse a un escenario. Y está nerviosa, pero ustedes le van a regalar una de las mejores noches de su vida. Cuando la busqué le dije que su música acompañó atardeceres con mis amigos. ¡Ella es una reina!«
Montero, por su parte, se mostró visiblemente agradecida con su compañera y emocionada ante el público: «Pensaba que no volvería a pisar un escenario».
Esta aparición estelar tiene lugar cuando, además, se anunció que Amaia volvería a La Oreja de Van Gogh para una gira de auténtica «nostalgia millennial». Parece que por fin, «mañana será bonito» para la que entonaba la voz de los mayores temas de una generación.