El pasado 19 de julio, Valencia y Vigo se quedaron fuera de la propuesta de 11 sedes que la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) presentó a la FIFA para acoger el Mundial 2030 que celebrará junto a Marruecos y Portugal. Instituciones y el Valencia CF lamentaron y criticaron a la RFEF por dos decisiones tomadas debido a motivos diferentes. En el caso de la capital valenciana, según apuntan fuentes federativas a El Periódico de España, del Grupo Prensa Ibérica, la solicitud no se produjo ni en tiempo ni en forma, mientras que Balaídos no pasó el corte por cuestiones de puntuación.
En un comunicado, el Valencia CF, propiedad del empresario singapurense Peter Lim, se mostró sorprendido por la exclusión «después de que el club comunicara la aceptación de las condiciones el pasado 28 de junio y, especialmente, tras haber obtenido la licencia de construcción del Nou Mestalla que contempla unos plazos de ejecución de obra que cumplen sobradamente con los requisitos temporales establecidos por FIFA para las candidaturas a sede del Mundial».
Aspectos urbanísticos ajenos al Mundial
Esta versión difiere de la que trasladan desde la RFEF, quien mantuvo en 2023 tres reuniones presenciales con el club, el Ayuntamiento de Valencia, la Generalitat Valenciana y la Federació de Futbol de la Comunitat Valenciana desde el 11 de octubre y 1 de febrero de 2023. La Federación defiende que el proceso que ha desembocado en la presentación de las 11 sedes se inició hace dos años, por lo que cualquier ciudad candidata ha tenido tiempo suficiente para articular su propuesta.
«Durante estos meses y con especial intensidad en el pasado mes de junio hemos intentado que Valencia CF únicamente argumente motivos económicos relacionados con la negociación de las cláusulas del Stadium Agreement, y que mantenga fuera de nuestras negociaciones aspectos urbanísticos que son totalmente ajenos a la competición«, explican desde el entorno de la RFEF. Esta argumentación se debe a la lucha que la entidad mantiene con las instituciones por la recalificación de los terrenos del actual campo de Mestalla.
La edificabilidad de este terreno se modificó varias veces para que el equipo pudiera sacar mayor beneficio. El singapurense Peter Lim, propietario del Valencia CF, y el ayuntamiento de la ciudad, han batallado después de que caducase la tramitación especial que permitía el campo de fútbol, así como la recalificación del actual estadio. El día 13 de junio de 2024 se produjo una reunión online entre las partes para clarificar que los motivos que únicamente se podían admitir para la no firma son los relacionados con el contrato de FIFA. Nunca argumentos ajenos a la competición.
Varias prórrogas en la presentación de la solicitud
De nuevo, desde la parte valenciana se reiteró que primero debían solucionar los motivos urbanísticos. Hasta que no pusiera fin a este apartado la rúbrica de la solicitud estaría en el aire. Al día siguiente, el 14 de junio, la RFEF envió un correo recogiendo las conclusiones de la reunión para que los motivos de la no firman quedasen por escrito. Esa misma jornada se confirmó que son los tres mencionados: problemas con el contrato de FIFA, la necesidad para la obra del estadio y el imperativo de aprobar un Plan Urbanístico para poder tener uso terciario en la parcela del actual Mestalla.
La Federación volvió a comunicar el 18 de junio, mediante correo, que solo admitiría motivos relacionados con FIFA para justificar la no firma del conocido como ‘Stadium Agreement’, que concibe nada más que razones deportivas. Era una concesión para ganar tiempo a la candidatura de Mestalla. Se trataba de un ultimátum: si esas condiciones no se aceptaban por escrito, con plazo hasta el 21 de junio, Valencia no sería sede de la candidatura del Mundial 2030.
En la propia fecha límite, la RFEF indica a la parte valenciana que no ha cumplimentado con lo requerido y que no puede admitir los motivos ajenos a FIFA. Todavía se aporta un plazo extra para solucionar la papeleta. La nueva fecha es el 24 de junio, que el Valencia CF pide ampliar porque hasta el 26 por caer el ‘deadline’, Día de San Juan, es festivo en la Comunitat Valenciana. El día 27, habida cuenta de que la Federación no ha recibido nada ni el día 24, fecha prevista, ni el 26, solicitada por el Valencia CF, comunica que la candidatura de la tercera ciudad más poblada de España consta como ‘no presentada’.
El día 28 de junio, el órgano federativo envía un correo electrónico indicando nuevamente los problemas que les genera el contrato de FIFA y que si se solucionan estarían en condiciones de firmarlo. Es la fecha que aparece en el comunicado del Valencia CF, pero que está fuera del plazo con varias ampliaciones que le concedió la Federación. En resumen, la capital valenciana se quedó fuera de la relación de 11 sedes por no presentar su solicitud en tiempo y forma, tal y como le requirió la RFEF, encargada de hacer llegar la relación de estadios a la FIFA.
Balaídos, la candidatura con la puntuación más baja
¿Qué sucedió con Balaídos? La candidatura de Vigo obtuvo la baremación más baja de las 13 sedes por las que España trabajó, pero que no fueron posibles debido a la negativa de las Federaciones de Marruecos y Portugal. El primer país contará con seis estadios y el segundo con tres; juntos, menos que el total conseguido por la parte española, principal en el Mundial 2030. Su rechazo se asentó en el máximo de 20 sedes que admite la FIFA y que, en caso de incluir a Vigo (por la que el Gobierno hizo presión hasta el final), que sí presentó su candidatura en tiempo y forma, les obligaría a renunciar a una de sus ciudades.
Galicia sí contará con una sede, Riazor, que ha obtenido un estándar más alto que el de la ciudad con más habitantes de esta comunidad. Las dos fueron sedes del Mundial 1982. La Comunitat Valenciana no tendrá ninguna sede tras la incapacidad para armar una propuesta con los requisitos exigidos. ¿El portazo es definitivo para Valencia y Vigo? Fuentes consultadas por este diario indican que el dosier oficial debe ser presentado ante la FIFA y todas las partes antes del 31 de julio. A partir de ahí, la salida de una candidatura sería a consecuencia del propio incumplimiento de lo acordado por parte de la misma.
Por tanto, la importancia entre los diferentes actores implicados será fundamental, a diferencia de lo que ha ocurrido, por ejemplo, tras la designación de Riazor. Mientras el Concello de A Coruña celebraba la adjudicación, el RC Deportivo emitía un comunicado asegurando que «nunca había participado ni recibido ninguna información acerca de las gestiones mantenidas por los diferentes estamentos en torno a este acontecimiento». Con todo, el objetivo fundamental de cada una de las 11 sedes acordadas será no tirar en un día por tierra lo que han construido durante dos años.