Baleares sigue su lucha contra el turismo masificado. Una de las comunidades autónomas más visitadas por el turismo internacional, y la líder en España en número de turistas por habitante, demanda un equilibrio entre economía y medio ambiente. Después de varias concentraciones en el mes de mayo, las asociaciones han vuelto a la carga en plena temporada alta, con una manifestación qie ha recorrido las calles de Palma de Mallorca.

A la marcha se han adherido 111 entidades, encabezadas por ‘Menys Turisme, més Vida’, la plataforma convocante. Entre ellas hay colectivos ecologistas, vecinales, sindicales, educativos y culturales.


La movilización, que ha sido respaldada también por UGT y CCOO, así como por las asociaciones vecinales de Canamunt, Santa Catalina y Es Jonquet y Son Espanyolet.se ha iniciado a las 19:00 horas en el parque de las Estaciones y ha discurrido hasta el Passeig del Born, en la Ciudad Vieja.

Algunos colectivos ecologistas internacionales, como Greenpeace o Fridays for Future también se han adherido a la causa, junto a otras entidades como Obra Cultural Balear, Palma XXI, la Unió de Pagesos de Mallorca, el GOB y la Fundación Deixalles.

Las reivindicaciones, no obstante, no acaban aquí y seguirán en los próximos meses. En este sentido, hay programado un calendario de acciones llamadas a mantener vivo el espíritu de la protesta, que pide «abandonar este monocultivo turístico«. No piden, «una tipología de turista», destacan, sino que «se aplique un modelo económico justo, igualitario, que atienda la actual crisis económica y social».

Baleares es la comunidad autónoma con más turistas por habitante

En medio de la temporada alta de turismo de este 2024, las islas se plantan ante el turismo masivo. Baleares viene de un año de cifras récord, con 17,8 millones de visitantes en 2023. El archipiélago reclama una solución para armonizar su economía turística, que supone el 45% de su PIB (16.000 millones de euros anuales) y emplea a 200.000 personas al año, con el bienestar de sus habitantes. Los residentes de baleares acusan la saturación de turistas que, además de problemas ambientales, causa cada año complicaciones en la vida cotidiana con atascos en las carreteras, altercados en las calles y ruido que impiden que lleven una vida normal.

Jordi Hereu, ministro de Industria. EP


 Las Islas Baleares viven una situación muy delicada. Su crecimiento demográfico –su población ha crecido un 33,5% desde 2001- ha tenido un fuerte impacto en la gestión de sus recursos energéticos y su consumo de agua, así como su sistema sanitario, educativo y su vivienda, que no para de encarecerse. Sumado a las cifras del turismo, que aumentan cada año, el impacto humano en las islas las está llevando a un proceso de degradación que se podría agravar con el cambio climático.

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