Podría considerarse el deporte de combate más radical. Es extremadamente duro, violento y sangriento. Hace años que no hay eventos de este tipo en España, pero haciendo gala de su estilo extravagante y rebelde, Conor McGregor, ‘The Notorious’, ha traído de vuelta el boxeo sin guantes abriendo un controvertido debate en el seno del noble arte.
«El que pelea en ‘bare knuckle’ (a nudillo descubierto) es de una raza diferente. Aquí los golpes parten la piel. Llega a ser desagradable. Pero es un deporte hecho para los peleadores duros de verdad. Hay que ser más hábil y rápido», afirmó el dos veces campeón del mundo de Artes Marciales Mixtas y uno de los principales impulsores de la liga «Bare Knuckle Fighting Championship» (BKFC). Sus detractores lo consideran una regresión al pasado por devolver al boxeo a la época en que no existían regulaciones ni protecciones y a la que se puso fin en pro de la salud de los púgiles.
En BKFC, los combates tienen lugar en un innovador ring circular de cuatro cuerdas, diseñado para fomentar peleas rápidas y plagadas de golpes en las que solo se permite la participación de peleadores profesionales establecidos en boxeo, MMA, kickboxing o Muay Thai.
Al margen de la federación
La clave, pues, según afirman fuentes conocedoras de la materia, está en que al no estar regulado por ninguna federación, pero tampoco prohibido tácitamente, el ‘bare knuckle’ se mueve en una especie de vacío legal. Y es que se pueden realizar estos acontecimientos con el mismo pretexto que se permite la velada de Ibai o el DogFight Wild porque quedan al margen de la federación. No se inscriben como eventos deportivos, sino como espectáculos deportivos, contratan seguros y árbitros privados y no dependen de las mismas regulaciones que sí lo haría un evento deportivo oficial.
La fortísima apuesta económica del irlandés por este salvaje deporte no ha sido casual y la elección de Marbella como sede de la primera velada en España tampoco. «Como hombre de negocios y como luchador creo que ha sido la decisión más meditada que he tomado. Lo he visto crecer y me he metido en la promotora en un estadio inicial para llevarla a lo más alto en un momento en que España está viviendo un creciente interés por los deportes de contacto. Creo que va a ser uno de los movimientos más inteligentes de mi carrera», aseguró a El Periódico de Cataluña, de Prensa Ibérica, Conor McGregor tras la rueda de prensa que tuvo lugar en el Hotel Hard Rock de Marbella. El próximo 12 de octubre, el Marbella Arena será testigo de un evento pionero en España en el que Franco Tenaglia y Tony ‘Loco’ Soto pelearán por el cinturón mundial del peso ligero en MMA sin guantes. Este evento será transmitido en vivo, además de ser difundido en las televisiones de 65 países y en la aplicación BKFC.
«España será como nuestra segunda casa»
Más adelante, la compañía que dirige junto a David Feldman, otro de los nombres propios dentro de la industria del deporte de contacto, planea organizar una velada en el Santiago Bernabéu. «Si un evento sin sentido, amateur, de un Youtuber ha vendido 80.000 localidades, nosotros lo tenemos ya hecho. El hambre de pelea en España es enorme. El cielo es el límite para los deportes de contacto en este país, por eso estamos aquí», dijo en referencia a la Velada del Año IV y el auge del boxeo nacional. «España será como nuestra segunda casa», apuntó Feldman.
Por el momento, varios grandes nombres de la industria pugilística se han sumado ya a esta nueva disciplina, e incluso el propio McGregor sopesa debutar el próximo año cuando termine las dos peleas que le restan por contrato con la UFC. «Cuando termine mi contrato, todas las puertas estarán abiertas. Quiero volver a subir a la jaula, sentir el carácter del deporte, ver cómo el mundo entero me mira y recuperar esa sensación en las manos», dijo el irlandés.