Con la vista puesta en 2028, cuando se celebrará el centenario de la estación internacional de Canfranc, cerca de 200 personas se congregaron ayer a las puertas del edificio para reclamar la reapertura de la conexión ferroviaria entre Aragón y Francia antes de cuatro años. Las asociaciones Crefco y Creloc, que reclaman año tras año a uno y otro lado del Pirineo las inversiones necesarias para volver a poner en marcha la línea, mostraron ayer un atisbo de ilusión por dos razones. La primera, el avance de las obras en el lado español, donde avanzan a buen ritmo; la segunda, el giro político en el Gobierno francés, donde los partidos de izquierda se han mostrado «muy a favor» de la reapertura. 

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