Nicosia, 19 jul (EFE).- Chipre conmemora mañana, sábado, el 50 aniversario de la invasión turca mientras sigue incierta la posibilidad de la reunificación de la isla pese los numerosos esfuerzos de la ONU.
Estas son las claves para entender este conflicto que ya dura medio siglo en el Mediterráneo Oriental.
Los antecedentes
Debido a su gran importancia geoestratégica, Chipre fue durante siglos la «manzana de la discordia» entre las grandes potencias y durante tres siglos (1571-1878) estuvo bajo dominio otomano, antes de pasar a ser colonia británica.
La isla proclamó en 1960 su independencia como estado unitario bicomunal, con el Reino Unido, Grecia y Turquía como garantes.
Sin embargo, el nacionalismo y las enemistades entre ambas comunidades (griega y turca), alimentados por interferencias de terceros, condujo en 1963 a los primeros enfrentamientos, que en 1964 derivaron en el establecimiento permanente de las fuerzas de paz de la ONU (UNFICYP), presentes en la isla hasta hoy.
La división
En 1968 comienzan las primeras negociaciones de paz entre las dos comunidades, que fracasan de forma definitiva con la ocupación del norte de la isla en 1974 por Turquía tras el golpe de Estado contra el entonces presidente chipriota, el arzobispo Makarios III.
La invasión militar no solo causó pérdidas humanas y materiales, sino que trastocó por completo la vida en la isla y originó una crisis de repercusiones internacionales.
Según datos oficiales, la invasión turca dejó a unos 5.000 muertos y a unas 955 personas que aún están desaparecidas, mientras obligó a unos 162.000 grecochipriotas y a unos 40.000 turcochipriotas a huir de sus hogares de forma permanente.
Un año tras la ocupación turca del norte de Chipre se reanudaron las negociaciones, que tras cinco décadas siguen estancadas. Sólo en 2004, cuando Chipre se adhirió a la Unión Europea (UE), se estuvo cerca de una solución, con la firma de un plan de reunificación impulsado por el entonces secretario general de la ONU, Kofi Annan.
Sin embargo, el plan fue rechazado por los grecochipriotas, mientras que los turcochipriotas respaldaron la iniciativa de Annan.
En 2017 las dos comunidades estuvieron nuevamente a punto alcanzar un acuerdo, con una importante convergencia en la mayoría de los capítulos, hasta el punto que sus líderes se reunieron en la localidad suiza de Crans-Montana dispuestos a ultimar los detalles, aunque al final tampoco se alcanzó el entendimiento.
Las negociaciones en Suiza fueron el último intento significativo de reunificación, patrocinadas por la ONU y con la presencia de las dos comunidades chipriotas, Grecia, Turquía y el Reino Unido como países garantes, además de la UE como observador.
Lo negociado hasta ahora
Desde 2008 las negociaciones se organizaron en torno a seis capítulos (gobernabilidad y reparto de poder, economía, cuestiones vinculadas a la UE, propiedad, territorio y seguridad y garantías en un Chipre federal) con el objetivo de establecer una federación bizonal y bicomunal con igualdad política, una única soberanía, única personalidad legal internacional y única ciudadanía.
Pese a que durante décadas no se ha conseguido sellar un acuerdo, hubo avances puntuales en algunos ámbitos fundamentales. Desde 2003 se abrieron siete pasos que permiten el tránsito de personas entre el norte y el sur de la isla, y por primera vez en décadas greco y turcochipriotas pudieron reencontrarse.
Las posiciones oficiales actuales
Desde los años 1960, Turquía y la cúpula turcochipriota apoyan en mayor o menor medida la partición de la isla, a diferencia de un alto porcentaje de la población turcochipriota que defiende la federación. La parte grecochipriota, al menos públicamente, insiste en que la solución tiene que basarse en el modelo federal.
El actual presidente de Chipre, Nikos Jristodulidis, manifiesta desde su elección en 2023 su determinación de reabrir las negociaciones sobre la base de una federación bizonal y bicomunal para cerrar el conflicto, aunque reconoce la dificultad de esa tarea.
Mientras, el presidente de la autoproclamada República Turca del Norte de Chipre (RTNC), Ersin Tatar, elegido en 2020, apuesta por una confederación o dos Estados separados, lo que obstaculiza la reapertura de las negociaciones. EFE
fl-jk/ig
(foto)