Con el paso de los años nuestro cuerpo cambia y cada vez cuesta más mantener un cuerpo perfectamente esculpido. La práctica de ejercicio diario y mantener una alimentación equilibrada, ayuda a que nuestra salud sea lo más óptima posible a medida que nos vamos haciendo mayores.
Hay una parte de nuestro cuerpo que causa grandes inseguridades en hombres y mujeres de todas las edades, pero que es más difícil de atajar a partir de los 50. Hablamos de los brazos y la flacidez que se produce cuando adelgazamos o simplemente cuando nos vamos haciendo mayores.
De acuerdo con un estudio publicado por The National Institute of Health, para tonificar y marcar los músculos de los brazos en poco tiempo, es necesario por lo menos practicar ejercicio la semana completa, es decir, los siete días. Algo que muchas personas no quieren o no pueden hacer por diferentes razones.
Sin embargo, hay un ejercicio de yoga que se llama ‘la postura de la mesa’ y que te va a ayudar a solucionar este problema estético. Y es que aunque hay varias versiones de esta postura, te explicamos el paso a paso de su ejecución más sencilla:
- Con los pies descalzos, sobre una esterilla, siéntate con las piernas extendidas. Esta postura recibe el nombre de postura del bastón (Dandasana).
- Coloca las palmas de las manos a ambos lados del cuerpo, ligeramente detrás de las caderas, con los dedos apuntando hacia los pies.
- En esta posición, levanta las caderas. Es como si empujaras el suelo con las manos.
- Mantén los brazos firmes, el pecho abierto y las piernas activas. Asegúrate de que los hombros están relajados, ya que es habitual que los tensionemos.
- Ya dentro de la postura, mantente firme, como una tabla. Procura que la cabeza esté alineada con la columna vertebral. Evita que la barbilla se acerque al pecho.
- Lo ideal es que permanezcas en esa posición un mínimo de 30 segundos. Si llegas al minuto, perfecto.
- Mientras estás en la postura, no te olvides de respirar lenta y profundamente. Sé consciente de cómo entra y sale el aire por la nariz.
- La respiración debería ser diafragmática, es decir, utilizando el diafragma para llenar el abdomen de aire.
- Vuelve a la posición inicial cuando tu cuerpo te lo pida. Es importante no forzar y, por supuesto, no esperar a sentir dolor.
- Para salir de la postura, suelta el aire poco a poco y baja las caderas hasta el suelo.