La Luna ha fascinado a la Humanidad desde siempre. Ha sido idolatrada, temida y utilizada para medir el tiempo y las cosechas. Fue protagonista de los primeros días del cine y, en especial en estas noches de verano, siempre es un placer mirarla en el cielo, como una especie de observadora de nuestra vida.
Mañana, como cada 20 de julio, se celebra el día internacional de la Luna. Y es un momento excelente para aprender algo más de nuestro satélite, cuya influencia en nuestro planeta va más allá de lo que podría parecer por su tamaño: aproximadamente le 27% del de la Tierra.
La Luna es mucho más que una imagen bonita: hace que la Tierra sea un planeta más vivible
Más que una imagen bonita
Así es. La Luna es mucho más que una imagen bonita. Como dice la NASA: “Hace que la Tierra sea un planeta más vivible”. Entre sus efectos sobre ella, destacan su influencia en el giro sobre su eje, que hace que tengamos un clima relativamente estable.
Por supuesto, también es la causa principal de las mareas, “con las que crea un ritmo que ha guiado a la Humanidad durante miles de años”.
Se formó por la colisión de un objeto del tamaño de Marte contra la Tierra hace miles de millones de años
Algunos datos
Se cree que la Luna se formó por la colisión de un objeto del tamaño de Marte contra la Tierra, hace miles de millones de años. Es nuestro único satélite y ni siquiera se sabía que existiesen otros en otros planetas, hasta que Galileo Galilei descubrió las de Júpiter en 1610.
Otro dato curioso es que, aunque denominemos lado oscuro de la Luna a la mitad que nunca vemos en nuestro cielo, en realidad recibe la misma cantidad de sol que la otra. ¿Por qué? Porque también rota. Pero tarda en completar un giro sobre sí misma el mismo tiempo que en hacerlo alrededor de la Tierra. Esta “rotación sincronizada” es la culpable de que siempre veamos la misma cara de ella.
Tarda 27,3 días en completar una vuelta completa a la Tierra
Movimiento
La Luna tarda 27,3 días en completar una vuelta completa a la Tierra, aunque de un luna nueva a la siguiente pasan en realidad 29,5 días. Durante ese tiempo, ambos cuerpos celestes están rotando a su vez alrededor del Sol.
Ese cambio en la posición hace que la luz solar incida en un ángulo ligeramente diferente en el día 27, que en el día 1. Por eso, hay un desajuste entre su movimiento real y nuestra percepción de sus fases.
Norte y sur
Aunque en todo el mundo se ven esas mismas fases a la vez, no lo hacemos de la misma manera según estemos a un lado o al otro del Ecuador. Si está en cuarto creciente y estás en el hemisferio norte, verás la parte iluminada a la derecha; sin embargo, en el sur, se situará a la izquierda.
Por cierto, las fases de la Luna no están causadas por la sombra de la Tierra. Eso solo sucede en el caso de los eclipses. Estas vienen determinadas por el ángulo en el que reciben la luz solar.
Así es la Luna
Aunque vista con el ojo desnudo, puede parecer una esfera casi perfecta, en realidad su superficie está llena de montañas, valles y cráteres. La NASA tiene una herramienta, el Moon Trek, que te permite ver en tu ordenador qué altura tienen esos accidentes geográficos, la distancia o el ángulo solar. Incluso hay una versión en realidad virtual.
Y, a pesar de lo que algunas personas piensas, allí sí que hay gravedad, aunque menos que en la Tierra: aproximadamente la sexta parte. Es decir, si en nuestro planeta pesas 60 kilos, allí serán 10 kilos nada más.
La parte buena o divertida, es que en su superficie podrías dar saltos seis veces más potentes que aquí. ¡Imagínate cómo sería un partido de baloncesto o unos juegos olímpicos allí arriba!
Mareas
Como ya hemos dicho, uno de los efectos principales de la Luna en nuestro planeta son las mareas. Aunque las veamos “subir y bajar”, en realidad es la Tierra la que se mueve. La atracción de la Luna hace que el mar trate de “acercarse a ella” y genera una especia de “bulto” [en realidad, son dos]. La Tierra gira dentro de esa masa de agua y por eso da la sensación de que es la marea la que cambia.
Y, también por eso, el ciclo de una marea baja a otra es de 12 horas, porque esos “bultos” de agua se generan a ambos lados de la Tierra, en la zona en la que se ubica la Luna.