La región del Tigray se encuentra al borde de una catástrofe humanitaria, no vista desde la hambruna de 1984 y 1985 que acabó con la vida de millones de personas. Sin embargo, la Iglesia no abandona a quienes lo necesitan. Es la zona más septentrional del país, y en ella, actualmente, más de 20 millones de personas, el 91% de la población, necesitan ayuda humanitaria urgente.
Es la terrible consecuencia de una combinación mortal: dos años de guerra, entre noviembre de 2020 y 2022, que dejaron más de 600.000 fallecidos y tres millones de personas desplazadas, y la sequía.
Los más vulnerables son las mujeres embarazadas y con menores a su cargo, las personas mayores con enfermedades crónicas y los niños y niñas en edad escolar. Esto les arrastra a una supervivencia cargada de traumas, violencia sexual y trata.
???? La hambruna en la pacificada región del #Tigray deja cada vez más víctimas en #Etiopía
?? @MSalesianas pone en marcha una campaña de emergencia para hacer llegar a la población agua, alimentos y productos de primera necesidadhttps://t.co/kYy3jzokSYpic.twitter.com/3NHtlJNhy3
— Revista Vida Nueva (@Revista_VN) July 18, 2024
Sin embargo, allí donde es más necesario abunda la Gracia de Dios. Las Misiones Salesianas sostienen cuatro presencias en la región de Tigray (Adwa, Adigrat, Mekelle y Shire) y desde el inicio del conflicto atienden a la población en situación de mayor vulnerabilidad. Más de 100.000 personas han recibido una ayuda continuada de ropa, comida, agua, productos de higiene y bienes de primera necesidad.
Para conocer y apoyar esta inmensa tarea y proyectos en la región del Tigray, se puede visitarmisionessalesianas.org