Es la incomodidad de quien sabe que no tiene escapatoria, que dentro se está menos mal que fuera. El PNV está resignado a seguir intentando que el Gobierno de Pedro Sánchez funcione, que agote o estire lo máximo posible la legislatura. Pero no está contento. Ni con el Ejecutivo ni con el comportamiento del resto de socios que lo arropan. Sus dirigentes no ocultan su malestar por el parón en el que lleva sumido, la demora en el cumplimiento de los compromisos que arrastra y por la casi inexistente interlocución que existe desde hace meses. El portavoz parlamentario, Aitor Esteban lo definió ayer con un sencillo mensaje dirigido al Ejecutivo, “lo que tiene que hacer es ponerse a gobernar ya”. Al resto de socios les pidió que “le dejen hacerlo”.
El pasado miércoles en el Pleno del Congreso Esteban no dudó incluso en cuestionar a Sánchez el modo en el que está gestionando el ‘caso Begoña’. Insistió en que no sólo se debe analizar el aspecto judicial y penal sino también “el punto de vista ético y estético”. El error en el que habría incurrido su mujer, la falta de información por su parte con la que avanza el caso y la ausencia de autocrítica por parte de la pareja presidencial, tampoco la comparten: “Hay cosas que no se pueden hacer, es aquello del ser y parecer. Aquí ha habido cierta relajación o descuido”, aseguró ayer en RNE.
Pese a todo, en el PNV en ningún caso se plantean dejar caer o de apoyar a Sánchez. Este caso “no es la Gürtel”, apuntan. Pero insisten en que el Gobierno debe reaccionar de una vez y ponerse a trabajar. Los sucesivos procesos electorales, las crisis como el ‘caso Koldo’ o el ‘caso Begoña’ y la prolongación de las negociaciones en Cataluña han supuesto un freno en la gobernabilidad del país que está afectando al devenir de los acuerdos entre el PNV y el PSOE. En su opinión, la clave del futuro del Gobierno estará en la aprobación o no de los próximos presupuestos. Pero en ningún caso contemplan un escenario de moción de censura porque “Vox debería estar en la ecuación”.
Dos años y medio sin ver al lehendakari
En Euskadi la paralización empieza a cansar. Fue en 2019, cuando el Gobierno de Sánchez apenas acumulaba un año en La Moncloa, cuando se firmó el primer acuerdo de desarrollo íntegro del Estatuto de Gernika. Lo rubricaron la ministra de Política Territorial, Meritxell Batet y el consejero de autogobierno vasco, Josu Erkoreka. Hoy ambos están fuera de sus gobiernos y en el ministerio la cartera la ocupa el quinto titular desde que Sánchez asumió el Gobierno en 2018. En estos años el Estatuto vasco ha seguido sin cumplirse, continúa con 24 materias pendientes, entre ellas el régimen económico de la Seguridad Social, y su desarrollo avanza con cuentagotas.
El nuevo lehendakari acumula un mes en el cargo. En este tiempo, se ha visto con el Rey Felipe VI pero no con Sánchez. En realidad, el presidente del Gobierno arrastra ya dos años y cuatro meses sin verse con el lehendakari del Ejecutivo vasco. La última reunión se remonta a marzo de 2014 con Urkullu. Imanol Pradales ha explicitado su deseo de verse con Sánchez pero aún no tiene fecha para verse con él. Confía en que a más tardar, tras el verano, ambos dirigentes se conozcan en persona. Por el momento, el lehendakari se ha tenido que conformar con una llamada telefónica de felicitación protocolaria y un breve cruce de mensajes telefónicos.
Ahora en el PNV le recuerdan al presidente que además de la negociación de la financiación con Cataluña, en otros lugares del Estado como Euskadi también acumula tareas pendientes. El pacto de investidura que el PSOE firmó con el PNV para que Sánchez repitiera en el Gobierno se firmó en noviembre del año pasado y por ahora, su cumplimiento es escaso. Sólo el punto de completar en tres meses la transferencia de tres materias que ya estaban negociadas, entre ellas Cercanías, se ha cumplido.
Comisión Bilateral Permanente
En el pacto se contemplaba que debía reactivarse la Comisión Bilateral Permanente entre los dos gobiernos y por el momento, ocho meses después, no ha ocurrido. Ahora la nueva consejera de Gobernanza, Administración digital y Autogobierno, María Ubarretxena, anuncia que confía en que pronto podrá verse con el ministro de Política Territorial, Angel Víctor Torres. Por ahora, antes del 31 de julio se verá con su secretario de Estado para abordar la cuestión. En esta comisión se habían comprometido a negociar y acelerar el traspaso del resto de competencias pendientes para que en el plazo máximo de dos años, en 2025, el desarrollo del Estatuto vasco sea completo.
Sobre la mesa Urkullu dejó propuestas sobre seis materias, ante las que por el momento no hay acuerdo a la vista. Serían las primeras materias a acordar. Entre ellas figuran Salvamento Marítimo, Meteorología, el Fondo de Protección a la cinematografía o la ordenación y gestión del litoral. En el seno de este acuerdo y en aras al seguimiento de las negociaciones el PSOE también había comprometido con el PNV que Sánchez celebraría reuniones semestrales con el lehendakari.
Pero los días pasan, las incertidumbres no terminan de despejarse y la actitud del Gobierno no varía. Esteban recuerda que la negociación de los presupuestos debe acelerarse, que la situación en Cataluña no puede condicionar hasta el bloqueo una cuestión tan esencial como las cuentas. Los nacionalistas ya tenían iniciadas las negociaciones de las partidas con el Gobierno. Unos contactos que quedaron paralizados por la convocatoria de elecciones en Cataluña y que esperan que no sigan arrinconadas ante una posible repetición electoral. En ese escenario su aprobación se complicaría un poco más y el futuro de la legislatura, también.