El Govern de Marga Prohens sigue sin hablar con la dirección de Vox en Balears desde que Santiago Abascal decidió romper unilateralmente el acuerdo de gobierno firmado hace un año, pero el portavoz del ejecutivo autonómico, Antoni Costa, considera que la decisión de la ultraderecha de romper con el PP se debe a un «tacticismo político» para sacar un rédito de cara al futuro, si bien apunta que ni los principales dirigentes de Vox ni sus votantes «saben lo que quieren».
Costa se muestra muy tajante con la decisión de Vox y, por tanto, habla en todo momento de que el pacto está «roto» desde el momento en que Abascal así lo verbalizó hace apenas unos días. Preguntado acerca de qué pasaría si reculan y piden volver a ser socios, el Govern desliza que se debería iniciar una nueva negociación entre las dos partes para elaborar un nuevo documento, que incluiría seguramente importantes cambios y, sobre todo, rechazaría algunas de las exigencias que Vox puso sobre la mesa para investir a Prohens. «El 80% del pacto se había como mínimo iniciado. Ahora esperamos la llamada de alguien del partido, que se tomen el tiempo que necesiten».
Una de las principales preocupaciones del Govern es que Vox decida ir al choque con ellos en muchas de las iniciativas que están en tramitación en el Parlament. También en aquellas que en un principio contaban con el beneplácito de los de Abascal, pero que al no tener un pacto el partido podría subir su apuesta e incluso tumbarlas. Costa afirma que «no se entendería» que hicieran algo así después de haber dado su apoyo con anterioridad.
En cuanto a la nueva situación del Govern, con sus 25 diputados más el de Formentera, los populares se quedan lejos de la mayoría absoluta que necesita para sacar adelante cualquier iniciativa en la Cámara balear. Por este motivo, el portavoz del Govern vuelve a abrir la puerta a posibles pactos con los partidos de la oposición, si bien desde el primer momento deja claro que «no se fían» del PSIB-PSOE de Francina Armengol.
En cambio, muestra buena sintonía con Més per Mallorca y Més per Menorca a pesar de la «distancia ideológica» que les separa. Costa defiende que, a diferencia de los dirigentes socialistas, tanto Lluís Apesteguia como Josep Castells «han demostrado que no son del mismo estilo y son gente de palabra» con los que se podría llegar a algunos acuerdos.
Pese a ello, confirma que la presidenta del Govern aún no ha hablado con ninguno de los líderes de los partidos de la oposición para tratar de buscar una solución de estabilidad tras la decisión de Vox.
El caso más paradigmático son los presupuestos del próximo año. El Govern asegura que los tramitarán aunque no tengan amarrados los apoyos suficientes para sacarlos adelante, aunque Costa confía en que no tendrán problemas para aprobarlos a pesar de que los primeros de la legislatura estuvieron a punto de caer por la dura negociación con la anterior portavoz de Vox, Idoia Ribas.
El portavoz también mantiene la prudencia con la posible destitución del presidente del Parlament, Gabriel Le Senne, en un pleno extraordinario que la Cámara aún tiene que convocar. Preguntado acerca de la posibilidad de que el vicepresidente de la Mesa, el popular Mauricio Rovira, asuma la presidencia si cae Le Senne, el Govern prefiere no pronunciarse directamente y esperar a que llegue el día de la votación: «A día de hoy no se tiene que tomar ninguna decisión».
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