El dispositivo de prevención y extinción de incendios forestales de Andalucía, Infoca, está en el avispero. Con un año que se prevé difícil y con la aparición de sucesivos incendios forestales en los últimos días, los testimonios de los bomberos desplegados sobre el terreno denuncian la precaria situación con la que se juegan sus vidas.

La imagen repetida de bocadillos semivacíos de salchichón como único avituallamiento en reiteradas ocasiones provoca la denuncia de los operarios. El bocadillo como símbolo es la gota que colma el vaso; los sindicatos denuncian la situación de 800 bomberos por la falta de estabilidad y reconocimiento de su antigüedad. Por ahora, se han encerrado, pero amenazan con ir a huelga precisamente cuando más se les necesita.

Estos días, las provincias de Córdoba y Sevilla tiñen el mapa meteorológico de un incómodo rojo mientras se superan los 40º. Esto implica un aumento de alerta frente a incendios forestales, ascendiendo al grado de riesgo extremo, merced a las lluvias de marzo que han propiciado el aumento de masa de “combustible fino muerto”, hierbajos secos que son propicios para extender las llamas.


En los últimos días se han multiplicado los incendios forestales muchos de ellos en paralelo: Santa Bárbara de Casa, Hinojos del Duque, Casares, Lentegí u Ovejo, en Córdoba. En este último caso, en las inmediaciones de Cerro Muriano, se dieron dos focos, uno de ellos de mayor notoriedad, el denominado #IFObejo. En este incendio se llegaron a emplear más de 120 profesionales, 11 medios aéreos y 5 vehículos pesados, pero el insospechado motivo de su notoriedad no es otro que un mal dotado bocadillo.

 

El avituallamiento que abastece a los bomberos forestales es parte de la logística de un complejo operativo. La denuncia socarrona de los bomberos, a propósito del triste bocadillo con el que deben reponer fuerzas para enfrentarse a un incendio que ha extinguido alrededor de 600 hectáreas, ha provocado revuelo.

La verdad es que esa foto no es ninguna anomalía, comer bocadillos así es frecuente”, explica a ElPlural.com un miebro del operativo que combatió el ya controlado #IFObejo2. “Obviamente entiendo una emergencia, no aspiro a tener un menú de dos platos, pero sí un bocadillo decente tras una jornada de más de 12 horas seguidas”, explica el operario Rubén Soa.

Soa es una de las voces que denuncian la falta de atención en detalles como el avituallamiento. Lleva 5 años dentro del Plan Infoca, “entiendo que el primer día de un operativo de emergencias no tengas manera de conseguir bocadillos para todos, pero cuando al segundo día ves otra vez un bocadillo así, se te cae el mundo a los pies”.

Varios operarios consultados calculan que, en la extinción de un incendio como el de Obejo se pueden perder 3.500 calorías en una jornada. Otros estudios cifran en hasta 5.000 las calorías que consume el trabajo de extinción lastrando un traje y un equipamiento pesado en medio de una tempestad de fuego durante 12 horas. El consumo de calorías de un adulto en reposo, denominado gasto metabólico basal es de 1.700 calorías en un periodo de 12 horas. Un bocadillo como el mostrado por los operarios no supera las 500 calorías.

Sindicatos al borde de la huelga

Al final, un mal avituallamiento es una cuestión de inseguridad”, lamenta Antonio Castellano, del sindicato CGT, que denuncia que esta situación se repite “año tras año y sin ninguna mejora, el cuerpo de un bombero necesita calorías y energía”. Los sindicatos se muestran especialmente beligerantes. La imagen del bocadillo se suma a las promesas incumplidas por parte de la Junta de Andalucía.

Responsables de entidades sindicales como UGT, CCOO o CSIF se han encerrado para protestar por la inacción de la Junta de Andalucía en la sede de la Agencia de Medio Ambiente y Agua, empresa pública de la que depende el INFOCA. Denuncian que el reconocimiento de la antigüedad de los operarios y la estabilización que les prometió el PP en la oposición y por el ejecutivo de Moreno Bonilla nunca llega.

La actual portavoz del Grupo PPE en la Comisión de Agricultura de la Eurocámara, Carmen Crespo, prometió la estabilización de la plantilla cuando el PP estaba en la oposición. Más recientemente, en septiembre de 2023, el consejero de Presidencia Antonio Sanz aseguró que el “Infoca hace falta los 365 días del año”. Sin embargo, en noviembre, cuanto termine el periodo de alto riesgo, gran parte de la plantilla se irá a la calle. Algo preocupante. El año pasado hubo en Andalucía 5 grandes incendios. De ellos, dos tuvieron lugar fuera de la época de alto riesgo.

En torno a 800 operarios de la plantilla acumulan contratos temporales que no superan los 6 meses de duración. La Junta de Andalucía se comprometió a ampliar estos contratos a 9 y 12 meses, estabilizando a unos bomberos que, normalmente, a partir de octubre tenían que buscarse un empleo alternativo. El gobierno puso sobre la mesa 3 millones de euros anuales para dar un servicio más asentado al Plan Infoca y estabilizar y prolongar los contratos eventuales.

Juan Manuel Moreno Bonilla, presidente de la Junta de Andalucía, en una imagen de archivo. EP


Sin embargo, desde que se hizo el anuncio en septiembre, no ha habido concreción de esa medida política. “Es inoperancia o falta de voluntad por entender la situación de los bomberos”, denuncia Castellano, que afirma que la plantilla, ha perdido un 20% de poder adquisitivo en las últimas dos décadas por la ausencia de incentivos de antigüedad, según cálculos sindicales. Que no haya estabilidad implica que los héroes que extinguen los incendios forestales deben buscarse otro trabajo en noviembre, “yo trabajo como rescatador en CETURSA (en la estación de esquí de Sierra Nevada), pero otros compañeros se van a trabajar al olivo o al paro. Nosotros, pero también el campo necesitan más estabilidad”, apunta el bombero Rubén Soa.

Este jueves, en Comisión de parlamentaria, el consejero de Presidencia Antonio Sanz no hizo referencia al bocadillo cuando se le preguntó por los medios del Plan INFOCA, pero sí aseguró que habrá inversiones en equipamiento para el próximo lustro. Sanz anunció de la licitación de un contrato de 62.5 millones de euros para dotar al servicio de extinción de incendios de 8 aviones de carga y 8 helicópteros, presumiendo del récord de 44 aeronaves. Además, anunció la compra de 282 nuevos vehículos que renovarán la flota, “nadie en toda Europa cuenta con un dispositivo de profesionales como el que tiene el Plan INFOCA”, sentencia Sanz.

Pero la imagen del bocadillo es tozuda y real, “ese bocadillo representa la falta de compromiso que tienen en la Junta y la lejanía que hay entre sus discursos y los hechos”, resume Rubén Soa, que nos atiende en su día de descanso tras extinguir el #IFObejo2. Los bomberos eventuales de Andalucía esperan mejores condiciones. Recuerdan que, cuando enfrentan las llamas, también tienen la carga sus familias. La media de fallecidos en incendios es de 7,9 personas al año, de ellas, seis son personal de extinción de incendios.

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