Una treintena de muestras de ADN analizadas y ninguna contiene el perfil genético de Miguel V. N., el único detenido y acusado por el crimen del canónigo emérito de la catedral de València, Alfonso López Benito, hallado muerto asfixiado y vestido solo con un calzoncillo en su cama del piso del Arzobispado de València, en el número 22 de la calle Avellanas, en pleno corazón de la ciudad y a dos pasos de la sede episcopal valenciana, en la mañana del 23 de enero de este año. Pese a la elevada cantidad de muestras, los agentes del laboratorio de ADN de la brigada de Policía Científica de València no han encontrado ninguna prueba biológica del único sospechoso en el escenario del crimen.

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