El movimiento olímpico no vive el mejor momento de su historia y el mejor ejemplo de ello es cómo se está reduciendo el número de ciudades candidatas a albergar los Juegos Olímpicos, ya sean de verano o de invierno. Sin ir más lejos, París (2024) y Los Ángeles (2028) fueron elegidas en 2017 en la misma Sesión Extraordinaria después de que se fuesen retirando las otras aspirantes (Hamburgo, Roma y Budapest).

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