Desde hace meses Jennifer Lopez y Ben Affleck hacen vidas separadas. Desde mayo no han compartido ni una sola aparición pública (aunque sí que se han visto en privado), duermen en casas separadas, se han quitado el anillo de casados en varias ocasiones, y acaban de poner a la venta su mansión en Beverly Hills por 68 millones de dólares. Los rumores de un divorcio a la vista son imparables. Y las últimas noticias sobre la pareja no dejan de acrecentar las sospechas.



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