El Banco Central Europeo (BCE) mantendrá estables los tipos de interés en el actual 4,25% y dejará para la vuelta de verano la decisión de seguir recortando las tasas. Ese es el consenso de los analistas, que no esperan con grandes expectativas el resultado de la reunión que mantendrá este jueves el Consejo de Gobierno de la institución después de la bajada en 25 puntos básicos acometida en junio. Como consecuencia, los mercados tampoco esperan un impacto en las bolsas y tampoco una variación considerable sobre el euro. Ahora, los ojos están puestos en septiembre, una cita donde si bien no se esperan alteraciones del tipo de refinanciación, sí es posible que la presidenta del BCE, Christine Lagarde, dé algunas pistas sobre la siguiente fecha de descenso de las tasas, aunque hay certezas de si así ocurrirá.
Los expertos anticipan que el cónclave del BCE mantendrá en el 4,25% el tipo de refinanciación, la tasa de depósito bajará al 3,75% y la facilidad de préstamo al 4,50%. Para el gestor de Comunbia Threadneedle Investments, Dave Chappel, la reunión de esta semana concluirá con la decisión de mantener los tipos sin cambios, aunque espera que Lagarde «sea menos explícita en cuanto al calendario de cualquier medida futura de política monetaria». A diferencia de la reunión de junio, un encuentro altamente esperado por los inversores por el adelanto de distintos directivos del banco central sobre un primer recorte en ese mes, «no se espera nada reseñable en la reunión del BCE de esta semana», reconoce el estratega de mercado para EMEA de BNY, Geoff Yu. Todavía es muy pronto para observar el cambio en la economía producido del último recorte de las tasas de interés. Así lo cree el gestor de Inversiones y responsable de Investment Grade de Ibercaja Gestión, Guillermo Uriol, porque la entidad «esperará a digerir el recorte de la reunión anterior antes de realizar nuevas bajadas».
Sin embargo, existen más dudas sobre la decisión que tomará el BCE en septiembre. Por una parte, el equipo de Bank of America se muestra negativo: «No esperamos ninguna señal para septiembre. Si bien la presidenta del BCE, Lagarde, podría indicar que algunos datos recientes requieren cautela, esperaríamos que eso fuera acompañado del comentario, ya habitual, de que dependen de los datos y que el camino a seguir en 2024 probablemente estará lleno de baches», señalan. Uriol sí cree que el mes posterior al verano es la «fecha preferida» para la siguiente actuación y así lo creen también desde Ebury. En los mercados sobrevuela la idea de que los recortes de tipos se concentrarán en la segunda mitad del 2024, es decir, en septiembre y en diciembre.
Alta presión sobre la inflación subyacente
En cualquier caso, todo dependerá de la evolución de los principales parámetros macroeconómicos. En tan solo un mes, el panorama económico no se ha visto apenas alterado. La inflación en la zona euro descendió hasta el 2,5% en el mes de junio, pero las presiones sobre los precios del índice subyacente y del componente de servicios todavía se mantienen en niveles elevados (2,9% y 4,1%). Debido a este último dato, el índice PMI compuesto cayó de los 52,2 puntos a los 50,9 puntos por la notable debilidad de la producción manufacturera. «La economía crece, aunque a un ritmo modesto, mientras que la inflación desciende, pero las presiones subyacentes sobre los precios parecen aún muy vivas», explican desde Ebury.
Tanto la persistencia de las presiones subyacentes sobre los precios como la incertidumbre sobre su evolución futura justifican la prudencia del BCE. La propia Lagarde subrayó durante la rueda de prensa posterior a la reunión de junio la relevancia de la alta incertidumbre para conocer los próximos pasos en cuanto ajustes de los tipos de interés. En las últimas actas del cónclave también se recogen las preocupaciones y desacuerdos entre los distintos miembros del comité.
Los mercados también miran al otro lado del Atlántico, donde esperan con total seguridad que la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) baje los tipos en su reunión del 18 de septiembre después de mantenerlos en el encuentro del próximo 31 de julio. El presidente de la institución, Jerome Powell, reconoció esta semana «algunos avances» en la lucha contra la inflación durante el segundo trimestre del año. «Hemos tenido ahora tres lecturas mejores. Si los promedias, es un ritmo bastante bueno», indicó Powell, para quien estos datos, incluido el de la semana pasada, «sí añaden algo de confianza». Sus declaraciones se apoyan en el dato de inflación del mes de junio, que descendió tres décimas respecto a mayo hasta situarse en el 3% interanual, mientras que el índice subyacente cerró el sexto mes de 2024 con un incremento del 3,3%, una décima menos que en mayo y su menor marca desde abril de 2021.