Antonio Banderas ha visto como su icónica mansión ‘La Gaviota’, ubicada en Marbella, ha sido reducida a escombros. Todo ocurre durante una guerra que le ha supuesto un auténtico quebradero de cabeza durante 28 años.
Ahora no queda ni rastro de la vivienda y solo permanece intacta su fachada. Desde el pasado 24 de junio, el Ayuntamiento de Marbella es el encargado de este derribo.
Una casa que el actor empieza a sentir como su hogar en 1996, cuando compra la vivienda a los herederos de Encarna Sánchez por 200 millones de pesetas.
El mismo año de su compra, varios vecinos denuncian irregularidades en la construcción alegando que ocupa terreno destinado a parques y jardines.
Tras 7 años, en 2003, y tras una serie de demandas de por medio, llega la primera sentencia del Tribunal Supremo de Justicia de Andalucía considerándola como una obra ilegal al invadir la zona de dominio público marítimo.
861 metros cuadrados construidos sobre una parcela de casi 4.500, sobre los que en 2013 se llega a un acuerdo de compensación, con la cesión por parte del actor de 1243 metros cuadrados al Ayuntamiento.
Sin embargo, en 2015, el Tribunal Supremo invalida el Plan General de Ordenación Urbana al considerarlo contrario y dictamina que el acuerdo no era válido.
Desde ese momento, ‘La Gaviota’ posee una orden de demolición.